La Casa Blanca estima que unas 100 mil viviendas sufrieron daños como consecuencia del paso de Harvey, dijo ayer el asesor de seguridad nacional, Tom Bossert.
La Casa Blanca estima que unas 100 mil viviendas sufrieron daños como consecuencia del paso de Harvey, dijo ayer el asesor de seguridad nacional, Tom Bossert.
Bossert también dijo que por el momento no constaba que las pequeñas explosiones registradas en una fábrica química en una de las zonas inundadas de Texas hayan provocado graves peligros para la salud de los habitantes del área.
El presidente estadounidense, Donald Trump, hará una donación personal de un millón de dólares para las víctimas del huracán en el estado de Texas, anunció la portavoz Sarah Sanders.
El mandatario todavía no decidió qué organización recibirá el dinero. Trump visitará las zonas afectadas nuevamente mañana, probablemente el área de Houston y Luisiana, dijo Sanders.
El total de muertes por Harvey ha superado las 30, pero las autoridades prevén que suba aún más ahora que está escampando y las aguas comienzan a bajar en la mayor parte del área de Houston.
Las autoridades de Texas investigan varias muertes para determinar si están relacionadas con la tormenta. Los funcionarios temen que el total de fatalidades aumente mucho en los próximos días, una vez que trabajadores de emergencias y familiares comiencen a buscar a los desaparecidos y descubran los restos de gente que quedó atrapada en casas o autos inundados.
Ese total podría aumentar aún más durante la fase de recuperación, debido a percances viales, envenenamiento por monóxido de carbono y otros accidentes durante las labores de limpieza.
"Históricamente, todos los cálculos de fatalidades están equivocados al principio", dijo Craig Fugate, quien fue director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias desde 2009 hasta principios de este año.
Estados Unidos ya está conmocionado por los horrores que se han conocido. Los restos de la tormenta se alejaban ayer del área hacia el este, rumbo a Luisiana, y apuntarían luego hacia el norte.
Por María Laura Cicerchia