Mientras el dengue no deja de avanzar en las zonas norte y central del país, surgió una polémica sobre el número de fallecidos por esta enfermedad infecciosa trasmitida por el mosquito Aedes aegypti. La diferencia de muertes por dengue que informa el gobierno nacional y la que registran las provincias marca una diferencia de 50%: 14 fallecidos hasta ahora según la Nación y 22 según surge de sumar los informes provinciales. La Nación informa a través del Boletín Epidemiológico, que se conoce los viernes. En tanto, dos vacunas que podrían salvar vidas no están disponibles: una aún no fue autorizada y la otra no registra existencias en el país.
La cuenta nacional arroja hasta ese día, y la semana 13 del año, 14 muertes, mientras que si se toma en cuenta el saldo que dan las provincias el total trepa a 22. La marca se acerca a la de 2020, cuando Argentina padeció la peor epidemia de dengue y hubo 26 decesos.
El último Boletín Epidemiológico informa de 4 muertes en Santa Fe, 4 en Salta, 3 en Tucumán, una en Jujuy, una en Santiago del Estero y una en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, reportes locales previos a la publicación del Boletín ya arrojaban 5 muertes más, distribuidas en Salta (3), Tucumán (1) y Córdoba (1). Con posterioridad al cierre del relevamiento del Ministerio de Salud de la Nación, hubo otras dos muertes en Tucumán (suman 7, según la cartera sanitaria local), con lo que las víctimas fatales en todo el país ahora llegan a 22. El sábado Tucumán sumó una séptima muerte.
El caso de Tucumán es tal vez el más agudo. Más de 10.000 casos de dengue y siete muertes por la enfermedad en la provincia desde febrero pasado, según el Ministerio de Salud Pública tucumano. “Ya hemos superado los 10.000 casos de dengue, sin embargo, es probable que esa cantidad vaya en aumento porque hay posibilidades de contagio, ya que puede haber pacientes que han sido picados y el cuadro aparece dos o tres días después”, dijo el ministro de Salud de Tucumán, Luis Medina Ruiz. Esa cifra de 10.000 casos es sustancialmente mayor a la reportada por Nación horas antes, de solo 5.132 el pasado viernes. En cuanto a Santa Fe, el pasado miércoles el Ministerio de Salud reportó 7.661 casos, de los cuales 14 requirieron internación, entre ellos dos niños que se encuentran en terapia intensiva en la ciudad de Santa Fe. En Santa Fe la epidemia castiga a ciudades como Las Toscas y Reconquista y localidades como Villa Guillermina, las tres pertenecientes al departamento General Obligado que limita con Chaco y Corrientes. El norte santafesino resulta es un lugar “ideal” para el desarrollo de esta enfermedad.
Según el diario Clarín, el gobierno nacional “le viene dando escasa visibilidad a las muertes que provoca esta enfermedad”. Una gacetilla oficial difundida el viernes por la noche, minutos después de publicado el Boletín, y a modo de resumen, no incluyó el dato de la cantidad de fallecidos. La decisión de no difundir los casos mortales por dengue es bastante llamativa, y no colabora en que la población tome conciencia del peligro y adopte mayores cuidados para combatir al mosquito Aedes aegypti.
Dos vacunas que faltan
El Ministerio de Salud nacional debió prever que cada tres años el dengue ataca de nuevo y, acorde con ese panorama, disponer de vacunas que reduzcan el número de casos graves. Ocurre que hay dos vacunas que mitigan las formas agudas pero que no están disponibles en la Argentina. Una fue aprobada por la ANMAT pero nunca se usó. No hay stock en Argentina. La otra espera el visto bueno del ente regulador, trámite que ya superó en Europa y Brasil.
El 2 de marzo pasado, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) aprobó una fórmula tetravalente elaborada por la farmacéutica japonesa Takeda. La vacuna, llamada Qdenga, está compuesta por los cuatro serotipos del virus, por lo que proporciona una amplia protección. Con una eficacia de 80,2%, Qdenga consta de dos dosis que deben ser inoculadas con un intervalo de tres meses. Además, Qdenga previene el 90,4 % de las hospitalizaciones, 18 meses después de la vacunación. En Argentina esta vacuna todavía espera a ser autorizada pese a la emergencia sanitaria.
Dos vacunas que evitan o mitigan los síntomas no están disponibles: una aún no fue autorizada, pero la otra sí Dos vacunas que evitan o mitigan los síntomas no están disponibles: una aún no fue autorizada, pero la otra sí
La otra vacuna para prevenir el dengue es Dengvaxia, producida por el laboratorio Sanofi Pasteur. Es una vacuna tetravalente de ADN recombinante que se aplica en 3 dosis. Está autorizada por la UE y EEUU. Dengvaxia fue aprobada por la ANMAT en 2017. La vacuna está indicada para personas con una infección de dengue previa confirmada, un dato muy importante. Según la FDA de EEUU, “en los niños que no han tenido el virus, Dengvaxia aumenta el riesgo de enfermedad grave y hospitalización si contraen dengue después de vacunarse”. Sanofi destaca que esta vacuna “está indicada para los serotipos 1, 2, 3 y 4 del virus del dengue en personas con infección previa confirmada mediante una prueba. Para estas personas la vacunación ofrecería una fuerte y persistente protección”. Pero no está disponible pese a estar aprobada.
Otro dato que difiere entre el reporte nacional y los provinciales es el de los serotipos detectados: según el Ministerio de Salud sólo circulan el DEN-1 y DEN-2, mientras que informes locales dan cuenta también del DEN-3. La variedad de serotipos es importante en función de las chances que puede tener una persona que ya fue infectada de cursar la enfermedad de manera grave al quedar nuevamente expuesta al virus, pero con una cepa diferente, como marca el caso de la vacuna de Sanofi.
En 2020, la cifra final fue de 56.293 casos. El registro de 2020 contabilizó casos hasta el 25 de julio, por lo que todavía quedan tres meses y medio por delante. Se estima que el pico de infecciones ocurrirá entre abril y mayo y luego la curva tendería a decaer.