Un equipo de BCNatal, el centro de medicina fetal conjunto de los hospital Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona, desarrolló una placenta artificial que recrea las condiciones del útero durante el embarazo. La iniciativa se orienta a mejorar las posibilidades de sobrevida y evitar las secuelas físicas de los niños prematuros.
“El feto está preparado para vivir dentro de la madre, respira y se alimenta a través de ella. Podemos desafiar a la naturaleza, sacarlo antes de lo previsto y ayudarlo a sobrevivir, pero por debajo de las 26 semanas topamos con los límites de la biología”, explicó el neonatólogo Eduard Gratacós , quien está al frente de la investigación.
“A veces logramos que esos prematuros extremos sobrevivan, pero a costa de unas secuelas muy importantes a lo largo de toda su vida. Por eso necesitamos un proyecto disruptivo como éste”, destacó Gratacós, quien se especializa en cirugía fetal y adelantó que actualmente se trabaja en el diseño del prototipo del dispositivo.
Se trata de una bolsa artificial fabricada con un biomaterial semitraslúcido llena de un líquido caliente similar al amniótico. La idea es que el feto, una vez fuera del útero, se introduzca en esa bolsa y se conecte su cordón umbilical a otro artificial por el que se le pasará oxígeno, nutrientes, hormonas y todas las sustancias que hubiera recibido de la madre.
El bebé será monitoreado de forma no invasiva mediante ecografías del flujo sanguíneo, presión arterial y frecuencia cardíaca. Además, utilizarán microsensores, desarrollados con el Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC), que se colocarán en el líquido amniótico o en el cordón umbilical. Con todo, se irán recopilando datos que alimentarán una inteligencia artificial para mejorar el sistema.
Un proyecto catalán
En esta primera fase, el prototipo se validará con fetos de oveja y, de tener éxito, se podría dar el salto a ensayos con fetos humanos en entre 4 y 6 años. “Hemos realizado experimentos previos en que ya hemos logrado mantener vivo a un feto de oveja durante horas”, destacó a La Vanguardia Gratacós, entusiasmado con los avances del programa.
“El siguiente paso será lograr que sobreviva días y luego semanas, pero con un desarrollo cerebral, cardíaco, pulmonar, metabólico óptimos”, apuntó Gratacós, quien adelantó que tienen previsto incorporar sonidos maternos en esa placenta artificial, cruciales para el desarrollo cognitivo del feto.
“Barcelona es uno de los pocos sitios del mundo en que se puede emprender un proyecto como éste, porque tenemos la capacidad, el conocimiento y el entorno científico-tecnológico para conseguirlo”, señaló el científico, quien detalló que en la creación de la placenta artificial participarán entre 200 y 300 expertos de diversos centros de investigación de la ciudad catalana.
El desafío de nacer
Según datos de 2015 publicados en la revista Jama, cada año nacen alrededor de 25.000 niños prematuros en Europa, de los cuales sobreviven entre el 25 y el 75% de ellos, en función de las semanas de gestación. De estos, la mayoría tienen secuelas de por vida, algunas muy graves, que pueden afectar su desarrollo cognitivo, cardiovascular y respiratorio, entre otros.
Finalmente, advirtió que el proyecto contará con diversos comités supervisores en los que habrá expertos en derechos reproductivos y bioética, así como padres y madres de niños prematuros.