Un suboficial de la Policía Federal y su hijo adolescente de 17 años murieron anteanoche al ser embestido el auto en el que circulaban por un camión, cuyo conductor alcoholizado cruzó a gran velocidad un semáforo en rojo, se subió a la vereda, arrancó postes y árboles y terminó chocado contra un paredón en el barrio porteño de Villa Real, informaron ayer fuentes policiales.
Los voceros señalaron que el camionero, que fue sometido a un test de alcoholemia que dio positivo y que quedó preso en la Comisaría 44 acusado de "doble homicidio culposo agravado", había sido condenado a 11 años de prisión por el secuestro extorsivo y homicidio de un joyero cometido en 2002.
Las víctimas fueron identificadas como el sargento Adolfo Antonio Carballo, de 41 años, quien estaba asignado como docente a la Escuela de Suboficiales de la PFA, y su hijo adolescente, Thomas Ezequiel Carballo, de 17 años.
Ambos regresaban a su casa, en Villa Urquiza, desde Avellaneda, adonde habían ido a ver el partido en el que anteanoche el equipo del que eran hinchas, Racing, empató 1 a 1 con Defensa y Justicia.
Según los registros de cámaras de seguridad que grabaron parte del hecho, todo ocurrió a las 22.49 en el cruce de la calles Tinogasta e Irigoyen.
El policía y su hijo que circulaban en un Volkswagen Bora color negro por la calle Tinogasta se habían detenido en la esquina de Irigoyen ya que el semáforo estaba en rojo y cuando cambió a verde reiniciaron la marcha.
El camión sin acoplado, color azul y marca Freightliner, modelo Columbia, que circulaba a gran velocidad por Irigoyen, cruzó la esquina pese a la luz roja del semáforo y chocó de costado, del lado del acompañante, al Volkswagen Bora de las víctimas.
El camión arrastró al auto varios metros y en su carrera a lo largo de la cuadra fue chocando otros autos que estaban estacionados, se subió a la vereda izquierda de Irigoyen, volteó postes y árboles y terminó su carrera impactando contra un árbol y un muro bajo de ladrillos de una propiedad.
Los ocupantes del Bora tuvieron que ser rescatados por personal de bomberos, pero el policía ya había fallecido, mientras que su hijo fue trasladado en ambulancia del Same al Hospital Vélez Sarsfield, donde murió a poco de llegar por la gravedad de las lesiones sufridas.
En el camión viajaban el conductor, identificado como Juan José Asmundo, de 34 años, y tres acompañantes: otro hombre llamado Leandro Poveda, de 39, una mujer y una niña.
Fuentes policiales señalaron que el camionero explicó que él y sus acompañantes habían cenado una hora antes del siniestro en una pizzería ubicada en las avenidas Lope de Vega y Alvarez Jonte, donde, según confesó, habían tomado demasiado alcohol. Asmundo fue llevado a la Comisaría 44, donde le hicieron un test de alcoholemia que arrojó que tenía 0,64 gramos de alcohol por litro de sangre.