Un avión de la compañía British Airways aterrizó ayer de emergencia en el aeropuerto londinense de
Heathrow. El accidente dejó 11 heridos y se inició una investigación sobre el Boeing 777 que
provenía desde China.
Ante el peligro de un incendio, los bomberos rociaron con espuma el
Boeing 777 después de que aterrizó con sus alas muy dañadas y su tren de aterrizaje destrozado.
Las ruedas de la nave, que fueron sometidas en diciembre a un control de
rutina, aún estaban en el campo donde el avión aterrizó, a varios cientos de metros de la pista.
El accidente del vuelo BA 38, proceden de Pekín, provocó que muchos vuelos
fueran suspendidos. (Reuters)