Más de un centenar de personas murieron o resultaron heridas en el ataque de un comando talibán contra una base militar en el norte de Afganistán durante la hora de la oración el viernes. Según balances no definitivos, la mayoría de las víctimas son jóvenes reclutas. En un comunicado ayer, el ministerio de Defensa habló de "al menos 100 soldados muertos y heridos", dando así el primer balance desde que finalizara el ataque cometido el viernes por la noche, durante cinco horas, por una decena de hombres armados.
Pero un oficial que se hallaba en el interior de la base atacada, la del 209º cuerpo del ejército, en las afueras de Mazar-e-Sharif, dijo que "hubo 150 muertos y decenas de heridos". Si este balance se confirma, sería el ataque más mortífero en Afganistán contra civiles o militares.
Se trata de jóvenes reclutados, llegados de las provincias de Badajshán y de Tajar", en el noreste del país, dijo un el oficial que se hallaba en la base, y que requirió el anonimato.
El viernes, un portavoz estadounidense anunció "más de 50 soldados" afganos muertos.
De los 10 atacantes, siete fueron abatidos, dos se hicieron estallar y uno fue detenido, indicó el ministerio afgano de Defensa que no dio detalles sobre el ataque. El asalto comenzó por la tarde, a la hora de la oración del viernes. "Eran 10", confirmó el oficial contactado en la base. "Llegaron a bordo de Humvees y de camiones del ejército afgano y estaban vestidos con uniformes militares", agregó. Para este oficial, "es evidente, (que los atacantes) tenían infiltrados en la base. Si no ¿cómo habrían podido entrar?" "Era la hora de la oración en la mezquita de la base", lo que implica que las víctimas estaban desarmadas, añadió.
Los soldados fueron atacados en la mezquita durante la oración y en la cantina de la base, indicó el general estadounidense John Nicholson, al mando de la operación "Resolute Support" (Apoyo Decidido) de la Otán en Afganistán.