El presidente chino Xi Jinping dijo este sábado que la reunificación con Taiwán “se hará realidad” y señaló que su interés era conseguirlo por “medios pacíficos” pese a estar incrementando la presión militar sobre la isla.
El presidente chino Xi Jinping dijo este sábado que la reunificación con Taiwán “se hará realidad” y señaló que su interés era conseguirlo por “medios pacíficos” pese a estar incrementando la presión militar sobre la isla.
En un discurso en ocasión del 110º aniversario de la Revolución de 1911, que derrocó a la última dinastía china, Xi afirmó que “la completa reunificación del país se hará y puede hacerse realidad”.
Las palabras llegan en un momento de tensión con Taiwán, autogobernado desde diciembre de 1949, que en la última semana registró el récord de unas 150 incursiones de aviones militares chinos en su espacio aéreo, consignó la agencia de noticias AFP.
“Conseguir la reunificación de la patria por medios pacíficos está en el interés general de la nación china, incluidos los compatriotas de Taiwán”, dijo Xi Jinping en el inmenso Palacio del Pueblo de Beijing ante un retrato de Sun Yat-sen, el efímero primer presidente de la República de China en 1911.
La presión diplomática, militar y económica sobre Taiwán aumenta desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, que considera la isla como soberana de facto.
El presidente chino advirtió también contra las injerencias externas en la cuestión, que “es un asunto puramente interno de China”, recalcó.
El viernes, Estados Unidos reconoció estar entrenando discretamente al ejército taiwanés desde hace meses. Además, esta semana una delegación de políticos franceses visitó la isla pese al enfado del gigante asiático.
“Nadie debe subestimar la fuerte determinación (...) del pueblo chino para defender la soberanía nacional y la integridad territorial”, advirtió Xi.
La respuesta de Taipei no tardó en salir. El Consejo de Asuntos de Taipei con China afirmó que frente a las ambiciones del Partido Comunista de China, la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen señaló repetidamente que "no cederá ni avanzará", defendiendo enérgicamente la soberanía y seguridad nacionalpara continuar profundizando la cooperación con países amigos.
Al mismo tiempo, la isla "se esforzará por mantener el status quo de paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán", informó en un comunicado.
Incursión aérea
Esta semana 149 aviones chinos sobrevolaron la zona de defensa taiwanesa, en un incidente que China comparó con la venta de armas que constantemente realiza Estados Unidos a Taipéi.
Más allá de los reproches mutuos, la crisis se ha incrementado en el estrecho de Formosa, que separa Taiwán de China, debido a que Beijing se ha mostrado inflexible en su decisión de recuperar esa zona que se apartó del continente tras la guerra civil de 1949.
La situación no ha cambiado con la llegada del presidente Joe Biden al Gobierno de Estados Unidos, pues a principios de agosto la Casa Blanca aprobó su primera venta de armas a Taipéi por 750 millones de dólares.
Al conflicto desatado por el vuelo de los aviones de guerra chinos en la zona de defensa de Taiwán, durante cuatro días, desde el viernes al lunes pasado, se sumó la noticia difundida por The Wall Street Journal de que una unidad de las fuerzas especiales estadounidenses entrena desde hace un año a militares de Taipéi, confirmada luego por el Pentágono.
A este grupo se agrega también un contingente de marines que adiestran a las fuerzas taiwanesas en el uso de pequeñas embarcaciones ante una posible ataque de Beijing.
Estados Unidos calificó de “desestabilizadora” la actitud de China de enviar una flotilla de aviones, pero Beijing respondió que las ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán eran también “provocativas”.
“China tiene suficiente autoridad para arrasar a Taiwán, sobre todo porque es una potencia nuclear. Pero, además, en un conflicto convencional cuenta con el poder de fuego necesario para abatir a Taipéi”, señaló a Télam Juan Battaleme, experto en defensa y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El analista afirmó: “Si Taipéi se ve amenazado, la Casa Blanca puede llegar a responder. Eso explica por qué hay provisión de armas constantes para mantener el arsenal taiwanés sumamente actualizado”.
“Taiwán (con una población de casi 24 millones) tiene una fuerza aérea y naval muy moderna, lo cual aumenta los costos militares de China. Ese es, realmente, el equilibro en esa zona”, opinó el académico.
Battaleme explicó que en medio de esta panorama está el Aukus, el nuevo pacto de defensa firmado entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos (de allí su siglas en inglés), armado “directamente contra China en la zona Indo-Pacífico”.
“Por eso, lo que se ha visto esta semana es un aumento de las incursiones aéreas en la zona de distensión, que es un lugar continuo que puede disparar un error de cálculo de los taiwaneses”, reflexionó el experto.
La crisis provocó que la presidenta taiwanesa, Tsai Ingwen, escribiera un artículo en la revista estadounidense Foreign Affairs en el que prometió que su país “hará todo lo que sea necesario” para defenderse a sí misma de Beijing.
Tsai, de 65 años, del Partido Progresista Democrático (PPD), que gobierna Taiwán desde 2016, advirtió que Taipéi no busca un enfrentamiento militar con el gigante asiático.
En este contexto, un grupo de cuatro senadores franceses, liderados por Alain Richard, de 76 años, del gobernante partido La República en Marcha, llegó el jueves a Taiwán para una visita que, según China, dañará los lazos de Beijing con Francia.
Paralelamente, el ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, dijo ante el Congreso que la tensión militar entre Taipéi y Beijing se encuentra en el peor momento de los últimos 40 años, y que temía una invasión china a partir de 2025.