Las regiones ucranianas controladas por Moscú se someten desde el viernes y hasta el martes a referéndums de adhesión a Rusia, una maniobra del Kremlin para anexar esas amplias regiones que sus fuerzas ocupan desde hace siete meses. Según el discurso de Vladimir Putin del 21 de septiembre, desde el momento en que los referendos sean validados, como se descuenta, y esas tierras sean consideradas rusas, el “paraguas nuclear” de Rusia las defenderá incluso de un ataque convencional ucraniano.
Las condiciones en que se desarrollan las consultas suman varios aspectos negativos que alcanzan para cuestionarlas: la zona sigue en guerra y no hay garantías de seguridad mínimas; la población ucraniana opuesta a la invasión escapó masivamente hacia el occidente del país, dejando casi vacías grandes ciudades, y finalmente el referendo se hace sin ninguna autoridad externa de supervisión.
Las consultas orquestadas por el Kremlin se realizaron en las provincias ocupadas de Luhansk, Jersón, Zaporiyia y Donetsk, controladas total o parcialmente por tropas rusas. En Donestk, Zaporiyia y Jersón se desarrollan combates de gran intensidad, lo que es de por sí prueba de la irregularidad del proceso electoral. Los referéndums supervisados solo por las autoridades de ocupación de Moscú y que se celebrarán hasta el martes, preguntan a los residentes si quieren ser parte de Rusia. Con toda seguridad, las consultas se inclinarán a favor del Kremlin, dado que las poblaciones remanentes sobreviven de la ayuda alimentaria de Rusia y que la mayoria antirrusa abandonó las zonas invadidas hace meses. Esto dará a Moscú pretexto para reclamar que los intentos de las fuerzas ucranianas por recuperar esos territorios son “ataques contra la propia Rusia”, lo que provocaría una escalada en la guerra, que podría, según las últimas palabras de Putin, incluir una respuesta nuclear.
Los precedentes de 2014
Ucrania y Occidente han denunciado los referendos como una farsa y un paso ilegal hacia la anexión de los territorios por Rusia. En 2014 se celebró una votación similar antes de que Rusia invadiera y anexara Crimea. Luego se hicieron referendos en las partes ocupadas por las milicias prorrusas de las autoproclamadas “repúblicas” de Luhansk y Donetsk, también con resultado totalmente favorable al bando prorruso. Nadie reconoció esas consultas ni a esas autoridades. Ni siquiera Moscú, que lo hizo muy tardíamente, cuando horas antes de la invasión a gran escala de Ucrania, el pasado 24 de febrero, reconoció como legítimas a las “repúblicas” de Luhansk y Donestk.
Las autoridades electorales llevan las boletas a las casas de la gente e instalan centros de votación improvisados cerca de edificios residenciales durante los cuatro primeros días. También se habilitaron centros de votación en Rusia para que puedan votar los refugiados ucranianos.
El gobernador ucraniano de Luhansk, Serhii Haidai, acusó a las autoridades rusas de tomar nota de los nombres de las personas que votaron en contra. Haidai también alegó que los funcionarios rusos amenazaron con derribar las puertas de casa de cualquiera que no quisiera votar y compartió fotos de un par de colegios electorales desiertos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, mencionó brevemente los “falsos referendos’’, en el que pasó del idioma ucraniano al ruso para dirigirse a los ciudadanos del país vecino y decirles que están siendo “arrojados a la muerte’’, en referencia al reclutamiento que ordenó Putin. “Ustedes ya son cómplices de todos estos crímenes, asesinatos y torturas de ucranianos’’, afirmó en ruso. “Porque han guardado silencio. Porque guardan silencio. Adicionalmente, ahora es el momento de elegir. Para los hombres en Rusia, se trata de una elección de vida o muerte, de convertirse en un lisiado o de seguir sano. Para las mujeres en Rusia, la elección es perder a sus esposos, hijos y nietos para siempre, o seguir tratando de protegerlos de la muerte, de la guerra, de una persona’’, en referencia a Putin. Zelensky, como muchos ucranianos orientales, nació en un hogar rusoparlante. Como demuestra su caso, ser rusoparlante no implica ser partidario de Rusia. Esto se evidenció trágicamente en la resistencia extrema que opuso a la invasión rusa la ciudad de Mariupol, ubicada en la provincia de Donestk, fronteriza con Rusia.
Combates en Donetsk
Las consultas tienen como telón de fondo los incesantes combates en Ucrania y en especial en varias de las provincias sometidas por Rusia a estos referendos de dudosa legitimidad. Ucrania tomó este vierneds otra población en Donetsk, mientras continúa la consolidación de una ofensiva en la zona de la “triple frontera” en la que confluyen las provincias de Donetsk, Jarkov y Luhansk. La aldea de Yatskivka, en la región de Donetsk, está ahora en manos ucranianas, dijo Oleksii Hromov, del Estado Mayor. Yatskivka está al este del río Oskil. Amplias zonas al oeste del río, incluida la ciudad de Izium, fueron capturadas por los ucranianos en la ofensiva de principios de septiembre, que fue un verdadero sismo para los rusos.
Putin ordenó el miércoles una movilización parcial de reservistas que sumaría 300.000 efectivos. Las marchas de protesta estallaron en Moscú y numerosas ciudades del interior, pese a las amenazas de ir a prisión por muchos años que lanzaron las autoridades. Más de 6.400 rusos entraron en Finlandia el jueves por tierra, una cifra comparable al tráfico del fin de semana. A primera hora de este viernes las colas de vehículos eran más largas que el jueves. Los rusos también huyen hacia Turquía y Serbia, pero los países de la UE les cierran sus fronteras.
Evidencias del maltrato de Rusia a los prisioneros de guerra
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Mykhailo Dianov, antes de ser capturado por Rusia y después de su reciente liberación del cautiverio de 4 meses.
Ucrania difundió dramáticas imágenes de un soldado antes y después de su cautiverio en Rusia. El Ministerio de Defensa ucraniano tuiteó imágenes del soldado Mykhailo Dianov, una que lo mostraba antes de ser capturado por Rusia y otra después de su liberación del cautiverio de 4 meses. En esta última imagen se lo ve visiblemente débil y desnutrido, con un brazo fracturado y mal curado. “El soldado ucraniano Mykhailo Dianov se encuentra entre los afortunados” en comparación con algunos de sus compañeros prisioneros de guerra, afirmó el ministerio en Twitter.
Mykhailo Dianov fue uno de los voluntarios que resistieron semanas en una planta siderúrgica en la ciudad de Mariupol, que fue capturada por el ejército ruso en abril; fue liberado este jueves por un intercambio de prisioneros. Ucrania denunció que “muchos” de sus soldados fueron “brutalmente torturados” tras anunciarse el canje de prisioneros con Rusia. Las fotos del antes y del después del cautiverio de Mykhailo Dianov se viralizaron rápidamente en todo el mundo. Dianov, es un músico y combatiente ucraniano que fue capturado cuando defendía la planta siderúrgica de Azovstal, el último bastión de la resistencia en Mariupol. En la impresionante imagen posterior al cautiverio, que duró cuatro meses, se puede ver a un Dianov escuálido, con los huesos de los brazos deformados y la cara hinchada por los golpes.
Aunque estaba herido cuando fue capturado, claramente no recibió ni tratamiento médico adecuado ni tampoco alimentación suficiente.
En tanto, en la región de Jarkov continúa la extracción de cadáveres de víctimas de la ocupación rusa que terminó a inicios de septiembre. Oleh Synyehubov, el gobernador de la región de Jarkov, que estaba en manos de las tropas rusas antes de la sorpresiva contraofensiva ucraniana a inicios de mes, informó que se exhumaron 436 cuerpos de una enorme fosa común en un bosque en las afueras de Izium. Synyehubov y el jefe de la policía de la región, Volodymyr Tymoshko, dijeron a los periodistas en Izium que se han localizado otras tres fosas en zonas retomadas por las fuerzas ucranianas. La Corte Penal Internacional de la ONU en La Haya ya investiga el nuevo crimen de guerra y su fiscal general Karim Khan comentó que cada parte puede tener su versión, pero él estuvo en Bucha y vio los cuerpos de las víctimas. “La verdad es la verdad”, comentó.