Perú enfrenta una opción de hierro para elegir a su próximo presidente. En la segunda vuelta del 6 de junio deberá optar entre la populista de derecha Keiko Fujimori y el populista de izquierda Pedro Castillo. Ambos pasaron el filtro de la primera vuelta el pasado domingo, pero con escaso margen sobre otros candidatos. La fragmentación del voto en el Perú es un rasgo histórico, pero se ha acentuado a niveles nunca vistos.
Según analiza el diario El Comercio, de Lima, si bien Pedro Castillo obtuvo solo uno de cada cinco votos en la primera vuelta del domingo pasado, el escenario político fraccionado permitió que sea el candidato más votado en 138 de las 196 provincias del Perú (70% del total), y obtuvo el segundo lugar en otras 28. Keiko Fujimori, segunda en preferencias populares, fue la favorita en 40 provincias. Solo en 18 se eligió a algún otro partido como el ganador.
En promedio, las provincias en las que ganó Pedro Castillo enfrentan brechas sociales más grandes que el resto del Perú, pero con mejoras sostenidas en los últimos años. La tasa de pobreza en las provincias donde lideró la formación de Castillo, Perú Libre, cayó a casi la mitad entre el 2007 y el 2018, de 55% a 28%, pero aún es más alta en comparación con las localidades que eligieron a Keiko Fujimori o a algún otro candidato como favorito.
Las provincias que votaron principalmente por Perú Libre también se caracterizan por tener, en promedio, un menor acceso a servicios básicos (agua, desagüe o alumbrado público), y un menor puntaje en el Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el PNUD. Asimismo, los hogares cuentan con un menor acceso a tecnologías de la información y de la comunicación, así como tienen un menor nivel educativo.
En tanto, Keiko Fujimori parece ser la "dueña" del voto del Gran Lima, el antiguo bastión electoral de su padre, Alberto Fujimori.
El recuento de actas al 99,024 % de las elecciones de este domingo indica, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) un ligero ascenso de Castillo en el liderazgo, ya que recibe 19,083 % de los votos, mientras que Fujimori se consolidó como segunda, con 13,373 %.
Además, el ultraderechista Rafael López quedó en la tercera posición, con 11,682 %, y desplazó al cuarto lugar al economistaliberal Hernando de Soto, que recibió 11,597 % de la votación.
A estos candidatos les siguen el centro izquierdista Yonhy Lescano, la izquierdista Verónika Mendoza, el empresario César Acuña, y el ex ministro Daniel Urresti.
Mientras el pensamiento político de Keiko Fujimori es muy conocido, dado que esta es la tercera vez que compite en un ballottage presidencial, Castillo sigue siendo una incógnita, al menos fuera del Perú. "Veo un escenario político en una segunda vuelta de que esto es una competencia entre los ricos y los pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro, y veo también una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo”, enfatizó Castillo, maestro rural en la región de Cajamarca.
El ganador del ballotage del 6 de junio entre Castillo y Fujimori asumirá la Presidencia para el período 2021-2026 el próximo 28 de julio, día del bicentenario de la independencia de Perú, mientras que un día antes lo hará el nuevo Congreso. Sea quien gane la Presidencia, dependerá de forjar mayorías en el Congreso unicameral. Algo que en gran medida explica la inestabilidad política del Perú: los últimos dos mandatarios, Pedro Pablo Kuczynski y su sucesor interino, Martín Vizcarra, fueron desplazados por el Congreso en 2018 y 2020, respectivamente.