Washington. - El presidente Barack Obama concentrará sus esfuerzos en recortar la burocracia estatal, "robando" así un concepto central al discurso de sus adversarios republicanos. Ayer, ante un público de empresarios, Obama anunció que solicitará al Congreso que le dé mayor poderes poderes para fusionar agencias federales. El presidente demócrata, criticado por los republicanos por aumentar el gasto público desde que llegó a su cargo, ahora dio un súbito viraje y se comprometió a reducir seis departamentos del área económica a uno solo. Obama dijo que es momento para tener un "gobierno eficiente y frugal", una de las banderas políticas de los republicanos. En el vocabulario estadounidense, "gobierno" equivale a Estado o aparato estatal. En particular, Obama propone crear una única agencia exportadora, y explicó que la burocracia complica los esfuerzos competitivos que exige la dinámica economía del siglo XXI.
El mandatario quiere del Congreso una delegación de poder de reorganización que fue ejercido por última vez por Ronald Reagan, presidente republicano y emblema de los conservadores. La versión de Obama sería un poder de "consolidación" que le permitiría proponer fusiones para ahorrar dinero estatal y reducir el tamaño del "gobierno".
De todas formas, los legisladores tendrían la última palabra, tanto sobre si le conceden a Obama esta autoridad para tomar decisiones sobre organismos federales, como si luego deciden si aprobarán cualquiera de sus ideas específicas al respecto. Pero ayer analistas políticos fueron escépticos sobre las chances que tiene la iniciativa, especialmente en un año de campaña presidencial.
"Podemos hacer esto mejor", declaró Obama en un evento con empresarios en la Casa Blanca en el que presentó diagramas para respaldar sus dichos. "Gran parte de las discusiones que suelen librarse todo el tiempo están a 40.000 pies de altura; esos argumentos abstractos sobre quién es conservador y quién es liberal", afirmó el presidente. En EEUU, "liberal" es equivalente a progresista y partidario del gasto publico. "Con esta autoridad, ayudaremos a las empresas a crecer, les ahorraremos tiempo a las empresas y dólares a los contribuyentes", afirmó al explicar su solicitud de poderes extraordinarios. "La mayor parte de los estadounidenses -y ciertamente la mayor parte de los propietarios de pequeñas empresas- sólo intentan saber cómo hacemos para que las cosas funcionen; cómo aplicamos el sentido común. Y de eso se trata esto", agregó Obama. El "tamaño del gobierno" es el tema dominante del debate político estadounidense desde hace años y este rasgo se ha acentuado desde la crisis de 2008, que dejó un enorme aumento de la deuda pública y un pobre resultado en la reactivación. Sólo en el último mes los números del desempleo parecieron mostrar una mejora al caer la tasa a 8,5 por ciento después de permanecer en torno al 9 por ciento durante largo tiempo.
Fusión. El primer proyecto de Obama sería combinar las siguientes agencias en una sola: las funciones de comercio y empresariales que realiza el Departamento de Comercio; la Administración de Pequeñas Empresas; la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos; el Banco de Exportaciones e Importaciones; la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero; y la Agencia de Comercio y Desarrollo. La meta sería tener una sola agencia diseñada para ayudar a que las empresas estadounidenses hagan negocios. La reforma tendría un costo en empleos: se perderían de 1.000 a 2.000 puestos federales, estimó una fuente de la Casa Blanca.
En un año electoral y un ambiente político que pide reducir el gasto público, Obama busca hacer algo más que sólo volver más eficiente a la gigantesca burocracia estatal. Intenta contrarrestar directamente los argumentos republicanos de que ha impulsado desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2009 las regulaciones, el aumento del gasto y de la deuda, un tema predominante en la naciente campaña presidencial. En noviembre próximo Obama buscará su reelección, y seguramente tendrá una batalla difícil, dados los pobres resultados económicos que ha logrado hasta ahora su administración.
En lo político, Obama intenta colocar la responsabilidad de esa medida sobre el Congreso, y en particular en sus adversarios republicanos que dominan la Cámara de Representantes y tienen una fuerte minoría en el Senado, para que demuestren por qué se opondrían a reducir el Estado ahora que es él quien lo propone.
Desde el Capitolio, el vocero republicano Don Stewart comentó: "Tras presidir una de las mayores expansiones del gobierno en la historia, y un año después de que planteó el asunto en su último mensaje a la nación, es interesante ver al presidente reconocer finalmente que Washington está fuera de control". Hablar de "Washington" es una manera genérica de referirse al gobierno federal y sus aparatos burocráticos.