Manifestantes que reclaman justicia por la ejecución policial de un joven negro en Ferguson, Missouri, forzaron ayer el cierre de un concurrido shopping center en la vecina ciudad de Saint Louis, mientras reclamaban el boicot de las compras del "Black Friday" o "viernes negro". Los manifestantes intentaron así recordarles a los estadounidenses, sumergidos en la ola de compras del día siguiente al Día de Acción de Gracias, la grave situación planteada por la muerte del adolescente Michael Brown a manos de un policía blanco en agosto pasado.
Varias decenas de manifestantes, incluyendo niños, gritaban "Sin justicia, sin paz" y "Paren de comprar y únanse al recorrido", mientras otros llevaban carteles que pedían el boicot a la jornada del Black Friday. Alrededor de 100 personas permanecieron tumbadas en el suelo del shopping center durante varios minutos para simbolizar las más de cuatro horas que Michael Brown, de 18 años, permaneció en el pavimento de una calle de Ferguson tras ser tiroteado hasta la muerte por un policía el pasado mes de agosto. El policía fue eximido de ir a juicio el pasado lunes, lo que desató una ola de violentas protestas en Ferguson. Ese día un jurado decidió no imputar al policía que disparó a Brown. Poco después hubo incendios y saqueos en Ferguson.
La protesta de ayer en el shopping center de Saint Louis buscó perturbar el "Black Friday" o "viernes negro", que tiene lugar todos los años tras el día de Acción de Gracias, y que consiste en ofrecer grandes descuentos en productos, lo que lleva a un consumo a veces frenético de parte de los estadounidenses (ver aparte). Algunos negocios del centro comercial de Saint Louis permanecieron abiertos, pero otros cerraron como medida de precaución. Policías dijeron que habían dado la orden de despejar el edificio. Antes de su clausura, los manifestantes mostraron su satisfacción por conseguir que algunos negocios hubiesen cerrado. "Ahora es un movimiento que se está desplegando alrededor del país y alrededor del mundo", dijo la periodista y activista Kymone Freeman desde Washington. "Afortunadamente veremos más como esto. Creo que las protestas del Black Friday continuarán durante la temporada de Navidad", añadió. La estimación de la militante sin embargo pareció excesiva, dado que la enorme mayoría de los estadounidenses, incluso en Missouri, se dedicó a consumir con pasión, como ya es tradición en los EEUU luego del día de Acción de Gracias.
En la región de Saint Louis hubo otras protestas. Unas dos docenas de personas entonaron "Sin justicia no hay paz, abajo la policía racista'' y "Abajo el Viernes Negro'', después que la policía los sacó de un Wal-Mart en la vecina ciudad de Manchester. Los agentes advirtieron a los manifestantes que podían arrestarlos si no se separaban por lo menos 15 metros de la entrada del comercio, y comenzaron a avanzar hacia los manifestantes, hasta que se movieron al estacionamiento. El grupo de manifestantes, en su mayoría negros, entonaban lemas frente a los policías —en su mayoría blancos— mientras los clientes miraban. "Queremos que el mundo sepa que las cosas han cambiado'', declaró Chenjerai Kumanyika, un profesor, quien agregó que el grupo ya había visitado varias grandes tiendas que estaban abiertas el Viernes Negro. Los manifestantes pasaron unos minutos en cada establecimiento. Según Johnetta Elzie, que ha estado tuiteando y publicando videos de las protestas en internet, hubo protestas en un Wal-Mart y un local de Target en Brentwood, dos Wal-Mart en San Carlos y otro Manchester.
En Chicago, unas 200 personas se manifestaron en una plaza para pedir a la población que boicoteara las compras en solidaridad con los manifestantes de Ferguson. Otras actividades planeadas en el resto del país fueron breves y con poca asistencia en comparación con las grandes manifestaciones ocurridas en días anteriores. En Brooklyn, Nueva York, nadie asistió una protesta programada.