"Ahora ya podemos dejar de hacer pruebas porque hace tiempo que conseguimos un arsenal nuclear": así se puede resumir el mensaje de Kim Jong-un, que anunció el viernes la suspensión de los ensayos atómicos y misilísticos por parte de su país. El líder de Corea del Norte quiere concentrarse en el futuro en la recuperación económica de la empobrecida nación asiática, que sufre los efectos de las estrictas sanciones impuestas por la comunidad internacional por su programa nuclear. El sorprendente anuncio de Pyongyang después de años de provocaciones despierta esperanzas de un desarme nuclear, pero Kim no tiene previsto deshacerse de sus armas atómicas. Más bien proclama el gran triunfo de haber convertido a Corea del Norte en una potencia atómica en poco tiempo. Pese a todo, se trata de un importante primer paso que allana el camino para los históricos encuentros que mantendrá Kim con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y con el de Estados Unidos, Donald Trump. Va incluso más allá de lo que estos últimos esperaban. Moon y Trump saludaron el anuncio de Kim, que consideran una buena base para sus respectivas reuniones. La primera de ellas, entre Kim y Moon, tendrá lugar el viernes en la localidad fronteriza de Panmunjon.
El gesto de Kim sorprende y también deja abiertas muchas incógnitas. "No se habla de una eliminación de las armas nucleares que ya tiene el país", apunta el experto surcoreano Lee Sang-hyun, del instituto privado Sejong. "Aun así, es una señal positiva", añade. Para este experto, la cuestión de si Corea del Norte está dispuesta a una desnuclearización total es muy compleja. Kim podría pedir una "amplia garantía de seguridad" en sus reuniones con Moon y Trump, pero ningún país puede dar una garantía así, señala.
Trump verá en el anuncio de Kim una constatación de su política hacia Corea del Norte. ¿Habrá merecido la pena su campaña de máxima presión y todos sus insultos hacia Pyongyang? El mandatario estadounidense reaccionó apenas se conoció el anuncio. Es "una muy buena noticia para Corea del Norte y el mundo, un gran avance!", tuiteó. Trump vuelve a dar por hecha la cumbre, que se celebraría en junio. Pero hace solo unos días había apuntado que la reunión podría no llegar a celebrarse, pues dependía mucho del éxito del diálogo entre las dos Coreas. Ahora, Kim le hace el juego a Trump, aunque ninguno deja ver realmente sus cartas. Pero, ¿Es realmente Trump un buen jugador? El presidente no tiene experiencia en política internacional y normalmente actúa según las reglas del negocio inmobiliario: juego, dinero y dureza. Habrá que ver si con esa estrategia se impone a su astuto adversario en este póquer nuclear o si sale perdiendo.
Kim tiene hábilmente la iniciativa en este juego. El líder norcoreano plantea este giro como una continuación lógica de su política de desarrollar simultáneamente el armamento nuclear y la economía. Sigue sin estar claro hasta qué punto es un éxito su arsenal nuclear. Pero su decisión de que ya no es necesario probar ese armamento implica que posee misiles nucleares operativos y potentes. De esa forma, sus amenazas contra Estados Unidos y sus aliados siguen siendo creíbles y una garantía en posibles negociaciones. Se trata de un nuevo golpe maestro de Kim después de su sorprendente acercamiento a Seúl, la participación en los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur y su visita a China. Con el anuncio del cierre del centro de pruebas nucleares Punggye-ri para garantizar "de manera transparente" la suspensión de ensayos nucleares, Kim parece estar invitando a los inspectores internacionales para que se convenzan. Pero todos esos pequeños pasos tienen que negociarse.
Apoyo económico
El líder norcoreano podría pedir a cambio apoyo económico y el levantamiento parcial de sanciones. "El punto decisivo es que tienen que abandonar las armas atómicas si quieren impulsar la economía", dice el profesor Jin Qiangyi, de la Universidad Yanbian, situada en la provincia china de Jilin. "Si no es así, la economía colapsará sin ninguna duda", dice. La suspensión de las pruebas nucleares solo es un paso en el desarme, pero no cumple la exigencia de eliminar las armas atómicas, apunta. Aun así, este experto considera que el anuncio de Kim es una clara señal de la intención de trabajar hacia una desnuclearización. "La presión de Trump fue efectiva. Sino, Norcorea no tendría ningún motivo para dar este paso", opina Jin. "Aparte de esto, el endurecimiento de sanciones chinas desempeñó un papel importante, pues golpeó un sector vital de la economía", dice.
Según el experto, Kim está realmente interesado en mejorar la economía y "si las condiciones de vida de la gente mejoran, aumentan las posibilidades de que se eliminen las armas nucleares". "Si el poder de Kim es indiscutido, como parece claramente ahora, será posible renunciar a las armas nucleares", afirma. Pero también advierte: si las conversaciones con EEUU fracasan y se endurecen las sanciones y la presión militar, Kim podría retomar los ensayos armamentísticos.