Jerusalén.— El primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró ayer que los bombardeos en la
Franja de Gaza no cesarán “ni por un segundo”, pese al centenar de muertos registrados
en cinco días de operaciones y a las duras condenas internacionales. “Actuaremos siguiendo el
plan fijado por el gobierno, durante el tiempo y con la intensidad que decidamos, para combatir las
organizaciones terroristas y aquellos que les aportan cobertura y capacidad de acción”, dijo
Olmert a sus ministros durante la sesión semanal de su gabinete.
Las incursiones son una reacción al lanzamiento de cohetes palestinos
contra ciudades israelíes próximas a Gaza. Tan sólo el sábado las operaciones dejaron al menos 60
muertos palestinos, el mayor número de víctimas registradas en el territorio en un sólo día desde
la guerra de 1967.
A consecuencia del baño de sangre, el presidente palestino, Mahmud
Abbas, mandó el sábado suspender hasta nuevo aviso las negociaciones de paz con Israel. La
organización radical islámica Hamas, que controla la Franja de Gaza tras haber tomado el poder por
la fuerza el pasado junio, ordenó por su parte tres días de luto. Egipto abrió su frontera con la
Franja para evacuar a los heridos.
Crítica internacional. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reconoció el
derecho de Israel a defenderse de los ataques palestinos, pero criticó “el empleo exagerado y
desmedido de la fuerza” por parte del ejército hebreo.
La presidencia eslovena de la Unión Europea se pronunció en términos
similares, poco antes de la llegada a la región del alto representante para la Política Exterior
del bloque, Javier Solana. EEUU también pidió ayer poner fin a los enfrentamientos. “La
violencia debe terminar y las conversaciones de paz deben ser retomadas”, dijo el portavoz de
la Casa Blanca, Gordon Johndroe.
Olmert, sin embargo, rechazó las críticas: “Escucho críticas y
afirmaciones de que se ha dañado a civiles y de que Israel está usando demasiada fuerza. Israel
está defendiendo a sus residentes del sur y, con todo el respeto debido, nada va a impedir que los
proteja. Nadie tiene derecho a darnos sermones sobre operaciones que emprendemos en defensa
propia”, afirmó.
Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, responsabilizó a Hamas
de las víctimas civiles, y amenazó de nuevo con llevar a cabo una operación a gran escala en Gaza
para acabar con el dominio de la organización en el territorio.
La llamada operación Invierno Caliente continuó desde las primeras horas
de ayer, aunque a un ritmo mucho más reducido que el día anterior. Por la mañana se llevaron a cabo
en total ocho ataques aéreos. En uno de ellos murieron dos palestinos en Yabalia, en el norte,
donde el sábado se concentraron las incursiones aéreas y de tierra.
Aumentan los cohetes. Por la tarde, otro ataque dejó dos muertos palestinos más. Con ello,
aumentó a 98 el número de víctimas palestinas registradas desde el miércoles, cuando comenzó la
nueva ronda de operaciones israelíes en respuesta a los lanzamientos de cohetes contra Israel.
Aquel día, un ataque con cohetes desde la Franja mató a un israelí de 47 años en Sderot, la ciudad
más afectada por los lanzamientos diarios.
Ayer, pese a los ataques israelíes, militantes palestinos continuaron
lanzando cohetes. Los proyectiles tienen un alcance cada vez mayor, por lo que ya no sólo impactan
en Sderot, sino también en la ciudad costera de Ashkelon, aumentando así el número de israelíes
afectados.































