La pregunta que sigue dando vueltas en Israel y todo Medio Oriente es: ¿cómo fue posible que Hamás engañara totalmente a los servicios de inteligencia de Israel?
El ejército israelí se encuentra con cadáveres en los kibutz que sufrieron la ocupación de Hamás.
La pregunta que sigue dando vueltas en Israel y todo Medio Oriente es: ¿cómo fue posible que Hamás engañara totalmente a los servicios de inteligencia de Israel?
El primer movimiento de Hamás para lograr el engaño fue transmitir un mensaje tranquilizador: no estamos interesados en un nuevo conflicto, nos dedicamos a gestionar Gaza, estamos negociando para aumentar el número de trabajadores palestinos autorizados a ingresar a Israel. Un discurso repetido una y otra vez, a muchos niveles, tanto en la Franja como fuera de ella.
Según el Wall Street Journal, en abril hubo intensos contactos de Hamás con los iraníes en Líbano, pero se interpretaron como preparativos de acciones menores, ataques que Israel ha aprendido a contener y soportar. En cambio, según el diario estadounidense, constituyeron el último elemento para decidir y desencadenar la ofensiva del sábado. La orden de actuar fue dada el lunes anterior al asalto masivo del sábado pasado.
También pesó en el error de Israel la cadena de atentados en Cisjordania, combinada con la opción del gobierno a favor de los colonos, lo que provocó un aumento de las unidades militares israelíes en Cisjordania, debilitando el sector sur sobre la Franja.
En tanto, las Brigadas Essedin Al Qassam (brazo militar de Hamás) realizaban simulacros, pruebas documentadas en videos difundidos en internet: buzos en las playas, milicianos en parapentes con motor, maniobras de tiro. Incluso construyeron un polígono que reproduce las cabañas de los kibutz asaltados para ensayar la misión. Imposible que el Shin Bet no supiera. Debió pensar que se trataba de una actividad propagandística. ¿Y qué dijeron sus fuentes sobre el terreno? ¿Lo confirmaron? Posiblemente. Una evaluación honesta mezclada, sin embargo, con consejos engañosos según una tradición cultivada por Hamás: la de los agentes dobles, según el diario italiano Corriere della Sera.
Hamás ha hecho de los agentes dobles una de sus mejores armas, convenciendo a colaboradores de Israel para que simultáneamente trabajen para el grupo terrorista. Fuentes palestinas han revelado a Reuters cómo las Brigadas Essedin Al Qassam fueron capaces de engañar al enemigo ocultando sus intenciones. Aunque algo se filtró. Egipto, que tiene "ojos" en Gaza, había advertido a Jerusalén de que se avecinaba "algo grande", pero se sorprendió por la falta de atención del gobierno de Netanyahu. Fue un grueso paso en falso del Mossad, Shin Bet y Aman, la inteligencia militar.
Cuando se constituyó Hamás, en 1987, se creó el Majd, célula de contrainteligencia. Este grupo dio lugar en 2007 a la Seguridad Interna. Hamás gobernaba la Franja de Gaza y había escalado en su poder y capacidades operativas. Este servicio persigue a los traidores, estudia al adversario y se equipa con medios tecnológicos provistos por Irán. En varios casos, cuando descubrió un "topo", en lugar de castigarlo brutalmente lo convenció de que cooperara para "intoxicar" al Shin Bet. Es un juego sutil, que muchos servicios del mundo usan.
Al agente doble Hamas lo utiliza para transmitir datos correctos y desinformación, es posible incluso sacrificar a alguien para no despertar sospechas de los israelíes. En un caso, la Seguridad Interna usó el teléfono del informante para escuchar las conversaciones con los agentes israelíes, en otro usó al doble agente para obtener detalles sobre "departamentos francos", modus operandi, conexiones con el Shin Bet.
A veces, esta metodología no se puede aplicar. En septiembre, se anunció la detención de un agente de las Brigadas Al Qassam en Líbano, anteriormente activo en Turquía. Miembro del departamento técnico, espió a camaradas en Gaza y en el extranjero, proporcionando al Mossad detalles usados para eliminar al experto en explosivos Hamza Shahin en Gaza en 2021.