La persecución del segundo sospechoso de los atentados en el maratón de Boston, al que las fuerzas de seguridad buscan “puerta a puerta”, paralizó hoy a la ciudad, cuyos habitantes se encerraron en sus casas tras declararse un toque de queda.
La persecución del segundo sospechoso de los atentados en el maratón de Boston, al que las fuerzas de seguridad buscan “puerta a puerta”, paralizó hoy a la ciudad, cuyos habitantes se encerraron en sus casas tras declararse un toque de queda.
El gobernador del estado de Massachusetts, Deval Patrick, subrayó que está en marcha una “operación masiva” para detener al segundo sospechoso de participar en los atentados del pasado lunes, que dejaron tres muertos y más de 170 heridos.
Patrick pidió a los habitantes de “toda la ciudad de Boston” que busquen refugio, se encierren en sus casas y no abran la puerta salvo a agentes de seguridad claramente identificados.
El gobernador advirtió que se trata de una situación “cambiante” y pidió a los ciudadanos que se tomen “muy seriamente” las recomendaciones de las autoridades.
La policía busca casa por casa a Dzhokhar A. Tsarnaev, de 19 años, hermano Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, abatido por la policía en el área metropolitana de Boston, particularmente en Watertown y en la internacionalmente famosa ciudad universitaria de Cambridge, con un total de cien mil habitantes.
“Sabemos que hay muchas preguntas, pero esta es una situación de seguridad pública, ya habrá tiempo para preguntas más adelante”, dijo a la prensa el oficial de policía Timothy Owen, quien subrayó que se necesita tiempo para continuar con la investigación.
La universidad de Harvard, la Universidad de Boston, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y Emerson College han cancelado sus clases, así como todas las escuelas e institutos. El transporte público, tanto el subte como los autobuses, quedó suspendido hasta nueva orden.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó cerrar el espacio aéreo en un radio de 11 kilómetros sobre la zona noroeste de Boston para facilitar las operaciones de las fuerzas de seguridad en la búsqueda. Durante toda la madrugada del jueves, Boston fue escenario de una persecución a gran escala que continuaba a media mañana del viernes.
Los dos individuos señalados por el FBI de poner las bombas en la línea de meta del maratón fueron aparentemente los autores de los disparos que acabaron, en la noche del jueves, con la vida de un policía del campus del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Luego de ello, huyeron en un auto robado hasta Watertown, donde uno de los sospechosos fue abatido en el enfrentamiento con la policía y otro huyó. Según la CNN, el sospechoso fallecido podría haber tenido el cuerpo cubierto con explosivos, lo que explicaría que llegara al hospital con múltiples heridas de balas y otras provocadas por explosiones y quemaduras.
La policía está actuando con un gran despliegue de personal y vehículos blindados en la zona de Watertown, además de con mucha cautela por el temor a que el fugado haya instalado explosivos o los cargue consigo.