Miembros de grupos de extrema derecha. Ex policías. Un nadador medallista de oro olímpico. Marines en servicio activo. Son algunos de los cientos de personas que han sido condenadas en el procesamiento masivo por el asalto de los seguidores de Donald Trump contra la sede del Congreso de EEUU, el Capitolio, el 6 de enero de 2021. Hace tres años, la nación observó por televisión en vivo, atónita y escandalizada, cómo se desarrollaba el ataque al Capitolio.
Tres años después del asalto al Capitolio, el tribunal federal de Washington está inundado de juicios, audiencias, declaraciones de culpabilidad y sentencias que han derivado de lo que se ha convertido en la investigación criminal más grande en la historia estadounidense. Y pese a todo esto, la búsqueda de sospechosos está lejos de terminar. “No podemos reemplazar los votos y la deliberación con violencia e intimidación”, declaró Matthew Graves, fiscal federal del Distrito de Columbia.
En el plano político, el presidente Joe Biden y el ex presidente Donald Trump están haciendo del aniversario un grito de guerra en actos separados programados para este sábado. Ambos volverán a competir por la presidencia en noviembre próximo, si las encuestas confirman sus respectivos liderazgos partidarios.
Las autoridades aún están trabajando para identificar a más de 80 personas buscadas por actos de violencia en el Capitolio aquél día, y para descubrir quién colocó bombas caseras frente a las oficinas de los comités nacionales republicano y demócrata. Y continúan realizando nuevos arrestos regularmente, incluso cuando algunos acusados del 6 de enero ya están siendo liberados de prisión después de completar sus sentencias. Los casos se están desarrollando en el mismo tribunal donde está previsto que Donald Trump sea juzgado en marzo, en el caso que acusa al expresidente de conspirar para revertir su derrota electoral de 2020 en el período previo al ataque al Capitolio.
Trump está imputado en un caso paralelo. Muchos de los acusados ya cumplieron su sentencia a prisión Trump está imputado en un caso paralelo. Muchos de los acusados ya cumplieron su sentencia a prisión
“El Departamento de Justicia responsabilizará conforme a la ley a todos los perpetradores del 6 de enero en cualquier nivel, ya sea que estuvieran presentes ese día o fueran penalmente responsables del asalto a nuestra democracia”, declaró el fiscal general Merrick Garland, para despejar dudas. Agregó que los casos presentados por Graves y el fiscal especial en el caso de Trump, Jack Smith, muestran que el Departamento está “cumpliendo con las normas de larga data para garantizar la independencia y la integridad de nuestras investigaciones”.
Los abogados defensores y fiscales están siguiendo de cerca un caso que pronto será escuchado por la Corte Suprema de Estados Unidos y que podría afectar a cientos de acusados por los actos del 6 de enero. El cargo más grave es el de “obstrucción de un procedimiento oficial”, que se refiere a la interrupción de la certificación por parte del Congreso de la victoria de Biden en las elecciones presidenciales de 2020 sobre Trump. Más de 300 acusados están imputados de este delito, al igual que Trump. Los abogados que representan a los agitadores han argumentado que el cargo fue presentado de “manera inapropiada” contra los acusados.
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Donald Trump estuvo este viernes de campaña en Iowa. Se postula nuevamente a la Presidencia y va primero en los sondeos.
Los jueces escucharán los argumentos en marzo o abril y se espera que se tome una decisión a principios del verano boreal (junio). Pero su revisión del cargo de obstrucción ya está teniendo impacto en los procesamientos del 6 de enero. Al menos dos acusados han convencido a los jueces de retrasar sus sentencias hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre el asunto.
Según el fiscal Graves, las autoridades aún no han identificado a decenas de personas que agredieron a las fuerzas del orden durante los disturbios. Y el plazo de prescripción de los delitos es de cinco años, lo que significa que tendrían que ser acusados antes del 6 de enero de 2026.
Varios acusados también huyeron después de ser acusados, incluido un miembro del grupo extremista de derecha “Proud Boys” de Florida que desapareció mientras estaba bajo arresto domiciliario después de ser declarado culpable de usar gas pimienta contra agentes de policía. Christopher Worrell fue condenado el jueves a 10 años de prisión.
El FBI todavía está buscando a algunos acusados que han estado prófugos durante meses, incluido un par de hermanos de Florida. Olivia Pollock desapareció poco antes de que su juicio comenzara en marzo. Su hermano, Jonathan Pollock, también está desaparecido. El FBI ha ofrecido una recompensa de hasta 30.000 dólares por información que conduzca al arresto de Jonathan Pollock, acusado de clavar un escudo antidisturbios en la cara y la garganta de un oficial, empujarlo escaleras abajo y golpear a otros. Otro acusado, Evan Neumann, huyó de Estados Unidos dos meses después de su acusación de diciembre de 2021 y se cree que vive en Bielorrusia.
Dos bombas caseras
Uno de los mayores misterios que quedan en torno al motín es la identidad de la persona que colocó dos bombas caseras frente a las oficinas de los comités nacionales republicano y demócrata el día antes del ataque al Capitolio. El año pasado, las autoridades aumentaron la recompensa hasta 500.000 dólares por información que condujera al arresto de la persona. Aún no está claro si hubo una conexión entre las bombas caseras y los disturbios.
Los investigadores han pasado miles de horas durante los últimos tres años realizando entrevistas y analizando pruebas y pistas del público, dijo David Sundberg, subdirector a cargo de la oficina de campo del FBI en Washington.
“Instamos a cualquiera que haya dudado anteriormente en presentarse o que no se haya dado cuenta de que tenía información importante a que se comunique con nosotros y comparta cualquier cosa relevante”, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico el jueves.
Los artefactos explosivos fueron colocados fuera de los dos edificios entre las 19.30 horas. y 20:30 h. el 5 de enero de 2021, pero los agentes no los encontraron hasta el día siguiente. Las autoridades fueron llamadas a la oficina del Comité Nacional Republicano alrededor de las 12:45 p.m. el 6 de enero. Poco después, llegó una llamada por un artefacto explosivo similar encontrado en la sede del Comité Nacional Demócrata. Las bombas quedaron a salvo y nadie resultó herido.
El video publicado por el FBI muestra a un hombre joven con un buzo gris con capucha, una mascarilla y guantes que coloca uno de los explosivos debajo de un banco afuera de la sede del Comité Nacional Demócrata y por separado muestra a la persona caminando en un callejón cerca del Comité Nacional Republicano, antes de que se colocara otra bomba allí. La persona vestía zapatillas Nike del modelo Air Max Speed Turf de color negro y gris claro con un logo amarillo.