Este martes 27 de julio, Julián Cabrera celebrará su cumpleaños número 18 con una medalla de plata. Es que el joven alumno del Politécnico acaba de obtener la presea plateada en la 62º Olimpíada Internacional de Matemática que organizó San Petersburgo (Rusia) en forma virtual. De la misma escuela, Federico Mierez obtuvo una mención honorífica.
En total fueron 619 estudiantes de escuelas secundarias de 107 países los que participaron este año de la Olimpíada Internacional de Matemáticas (OIM). Los chicos rosarinos compitieron el 19 y 20 de julio, y cuatro días después fue la ceremonia de cierre con el anuncio de los premiados.
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Julián Máximo Cabrera se quedó con una de las medallas de plata.
Julián y Federico integraron el equipo argentino junto a otros cuatro estudiantes secundarios del país: Bruno Ziger (también medalla de plata), Lucas Sandleris (mención honorífica), Lorenzo Ruiz Díaz y Nicolás Ricci. Esta mañana, los chicos del Poli fueron recibidos y agasajados en la institución que depende de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
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El director Juan Farina recibió a los estudiantes olímpicos.
Foto: gentileza Instituto Politécnico San Martín.
Por segundo año consecutivo la pandemia obligó a que la olimpíada tenga que realizarse de forma virtual. Los chicos rosarinos viajaron junto al entrenador y ex olímpico Gianni De Rico a la escuela ORT de Almagro, el lugar desde donde compitió el equipo argentino.
Desde chicos
Julián Cabrera tiene 17 años (mañana cumple 18), cursa quinto año en el Poli y ya tiene un largo recorrido en participar de este tipo de competencias. El año pasado —junto a Matías Raimundez, ahora exalumno de la escuela— ganó una medalla de bronce en la olimpíada mundial. Julián y Matías ya habían competido en 2019 en la internacional de Bath (Inglaterra), donde también se quedaron con el bronce. Este año, Julián Cabrera obtuvo 21 puntos en las seis preguntas que debió responder para quedarse con una de las medallas de plata.
“Fue una experiencia interesante, obviamente si era presencial hubiese sido mejor, pero esta competencia siempre es linda y la disfruté mucho”, dijo Julián a La Capital.
El vínculo del adolescente con la matemática comenzó a tejerse desde que era muy chico. A los seis o siete años ya había aprendido la fórmula resolvente y ese tipo de conocimientos lo instaban a querer avanzar. “Me enseñaba mi mamá y después quise aprender más. Es una pasión”, contó hace dos años a este diario en la previa de viajar a Bath. Mientras disfruta de la medalla obtenida, ya tiene en mente participar este año de los selectivos para otras competencias internacionales, como la iberoamericana de matemática.
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Federico Mierez tiene 18 años, está en sexto del Politécnico y esta competencia significó su debut y despedida en un certamen de este tipo. Este año termina la secundaria y si bien ya había participado de instancias nacionales, la de Rusia fue la primera a nivel mundial. Por eso decidió que la clave era no dejarse ganar por los nervios y la ansiedad. Lo mejor era concentrarse y disfrutar de las dos jornadas de pruebas.
A Federico la matemática le gusta desde muy chico, pero fue en los primeros meses de la cuarentena estricta de 2020 que sintió que debía enfocarse y profundizar más su vínculo con la matemática. "A nivel casi enfermizo y constante", apunta. Esa mayor constancia le permitió llegar a la internacional de San Petersburgo, de la que se trajo la mención honorífica.
“Estaba con muchas expectativas y no quería irme con las manos vacías, sino sacar lo mejor posible”, destacó el joven estudiante de la Tecnicatura en Química del Poli. Aún no tiene decidido qué carrera seguirá, aunque anticipa que seguro estará entre la licenciatura en matemática, en física o alguna ingeniería relacionada con el tema.
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Federico Mierez junto a los entrenadores Gustavo Di Lorenzo y Gianni De Rico.
Foto: gentileza Instituto Politécnico San Martín.
Junto a los chicos viajó Gianni De Rico, de 23 años y alumno de la licenciatura en matemática de la UNR. Cuando cursó los dos últimos años en el Politécnico, Gianni llegó a participar en instancias nacionales de matemática. Y si bien había acompañado a contingentes de estudiantes a otras competencias, la Internacional de Rusia fue la primera en la que viajó solo como entrenador. “Antes de viajar estaba un poco nervioso, pero una vez allá en Buenos Aires, cuando empezaron a rendir, ya estuvo todo más relajado”, dijo el joven entrenador.
“En el Poli tenemos horas cátedra y somos cinco los entrenadores. Esa estructura nos permite todos los días y en distintas franjas horarias entrenar a los pibes”, destacó a La Capital Gustavo Di Lorenzo, integrante del Departamento del Matemática del Politécnico. Detrás de los logros y el disfrute de los chicos olímpicos hay una estructura institucional que los acompaña.
IMO 2021 The closing ceremony