Cuando Beppo Levi tenía que tomar exámenes en la Universidad prefería dejar de lado el tradicional bolillero para invitar a sus alumnos a desarrollar sobre el pizarrón el tema con el que se sintieran más cómodos. Es que además estaba convencido que en lugar de proponer a los estudiantes que expusieran los contenidos, había que dejarlos formular preguntas: era la manera más directa de saber cuánto conocían de la disciplina. Beppo Levi llegó a Rosario en 1939, cuando el régimen de Mussolini lo dejó cesante de la Universidad de Bologna y debe abandonar su Italia natal. Un hombre que maravilló con sus aportes a la comunidad científica y es considerado el Padre de la Matemática en Rosario.