Un vigilador privado mató a su esposa de tres tiros y se suicidó
Granadero Baigorria.— En el último capítulo de una relación tormentosa, un
vigilador privado de 41 años mató a su ex esposa de tres balazos en el rostro, efectuados a corta
distancia. Poco después entró a su casa y se plantó frente a sus tres hijas de 18, 16 y 12 años.
"Maté a Claudia", les dijo.
28 de abril 2009 · 01:00hs
Granadero Baigorria.— En el último capítulo de una relación tormentosa, un
vigilador privado de 41 años mató a su ex esposa de tres balazos en el rostro, efectuados a corta
distancia. Poco después entró a su casa y se plantó frente a sus tres hijas de 18, 16 y 12 años.
"Maté a Claudia", les dijo. Enseguida salió al patio de la vivienda, cerró la puerta por fuera y se
descerrajó un disparo en la cabeza.
El drama causó conmoción en torno de la casa de Baigorrita 761, en el barrio
Martín Fierro, detrás del policlínico Eva Perón. Ariel Dante Riotort había paralizado a sus hijas
al contarles que acaba de asesinar a su ex mujer, Claudia Esther Chávez, de 38 años, con quien
convivió hasta hace muy poco. Entre llantos, una de las hijas del matrimonio llamó al servicio de
emergencias 107. Una ambulancia llegó al lugar cuando Riotort aún estaba con vida. Antes de subirlo
a la camilla el hombre falleció.
Muy cerca del cuerpo del vigilador se encontraba un revolver calibre 32 con el
que primero mató a su ex esposa y luego se quitó la vida. En un pequeño cuartito en el fondo de la
vivienda quedó tendido el cuerpo de Claudia, en un charco de sangre, con tres disparos en el
rostro, sin orificio de salida.
El llamado a emergencias se produjo poco después del mediodía, luego de que las
hijas advirtieran que el hombre se había disparado. No había quedado anoche corroborado en que
momento asesinó a la mujer. Algunos vecinos dijeron que a primera hora de la mañana se escucharon
disparos y que Riotort había manifestado a la menor de sus hijas que estaba probando su arma.
La relación del matrimonio se había vuelto difícil y un mes atrás Claudia
decidió poner fin a la pareja. Se fue a vivir a la casa de unos parientes en la calle Junín al
1100, también de Granadero Baigorria.
Vidas en conflicto. Siguieron en contacto sin que la tensión del vínculo
aflojara. Las peleas entre ambos se reiteraban y a raíz de ello el vigilador había radicado en la
comisaría 24º, tras ser derivado por un juez, una denuncia por amenazas contra su ex mujer y la
mayor de sus hijas.
Claudia llegó por la mañana a la casa donde aún vivían sus hijas. Allí
aparentemente habría comenzado otra discusión con su ex esposo, que fue la antesala del final
trágico.
La investigación quedó a cargo del juez de Instrucción Nº 9, Javier
Beltramone.
Una hermana de Claudia dijo ayer que el desenlace había sido previsible. Consideró un ardid de
su ex cuñado el haber denunciado a su ex esposa por violencia. "Era Claudia la que sufría ataques y
golpes en forma permanente. Qué va a decir ahora el juez que la excluyó del hogar. Quedó claro que
la violenta no era ella", dijo.
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