Un niño de 3 años que desde su nacimiento fue alimentado exclusivamente por vía
endovenosa y permanecía en lista de espera desde mediados de 2006 recibió un "excepcional"
trasplante multivisceral, informaron ayer integrantes del equipo multidisciplinario que intervino
en la operación.
"A pocas horas de nacer, el intestino delgado del niño se giró sobre su eje y la
arteria y la vena que lo nutren se tapó por lo que perdió el órgano; para mantenerlo con vida fue
alimentado por vía endovenosa y desde entonces estuvo en lista de espera", dijo el cirujano Eduardo
De Santibáñez.
El niño, llamado Agustín, junto a su madre y abuelos, todos oriundos de Córdoba,
permaneció alojado en instalaciones de la Fundación McDonald, que tiene convenio con el hospital
Italiano, donde el miércoles se realizó la intervención.
"El cuadro del niño se complicó un poco porque la alimentación parenteral o
endovenosa, derivó en una cirrosis hepática y hubo que trasplantar no solo el intestino sino
también el hígado", explicó el especialista jefe del programa de Trasplante Hepático.
"Lo importante es que este chico estuvo toda su vida pegado a una cama y ahora
va a poder jugar", señaló el médico. Dijo que la familia del niño "está inmensamente feliz, no
puede creer que por fin haya llegado el momento".
Según indicó, "el tipo de trasplante es excepcional, se hace en muy pocas partes
del mundo y pudimos hacerlo gracias a que tenemos un equipo de 30 personas altamente preparado,
desde las enfermeras hasta el patólogo".
El médico dijo estar "orgulloso" y destacó "la importancia de que la gente en un
momento de dolor pueda tomar la decisión de donar los órganos de la persona que acaba de
perder".
El trasplante fue multivisceral, de hígado, duodeno, páncreas e intestino
delgado; el donante fue otro bebé de apenas 45 días, de la provincia de Buenos Aires.
Según explicó Santibáñez, si bien la operación se realizó "exitosamente" el niño
"se recupera en la sala de terapia intensiva de pediatría" del centro asistencial, ubicado en el
barrio porteño de Almagro.
"La operación se realizó sin inconvenientes en unas ocho horas, y si bien el
paciente está intubado, ya se despertó y los parámetros están muy bien, en las próximas 24 horas
seguro vamos a sacarle el respirador", agregó el especialista.
Santibáñez precisó que de ahora en adelante "al niño hay que practicarle muchas
biopsias para evitar cualquier tipo de rechazo o infección debido a la cantidad de órganos nuevos
que recibió; tenemos que controlarlo para que nada nos sorprenda".
La operación la realizó un equipo multidisciplinario encabezado por Santibáñez,
de 57 años y más de 30 de servicio en el Italiano, y su discípulo Rodrigo Sánchez Clariá, de 37, a
cargo del Programa de Recuperación Intestinal.
Con respecto al diagnóstico explicó que "el rechazo por infección es un tema
importante" y añadió que "si no hay complicaciones quirúrgicas en la primer semana, habrá que
cuidar que no haya rechazos por lo que deberá permanecer al menos un mes internado".
Intervención pionera. Este tipo de intervención no es una práctica habitual en
el país y es la primera vez que se realiza en el hospital Italiano, donde el primer trasplante
hepático se realizó en 1988 y fue pionero en 1992 en la primer intervención con un donante
vivo.
Fue el conocido caso de la niña llamada Agostina, cuya mamá le donó parte de su
hígado. La operación, además ser la primera en América latina de este tipo, duró al menos 17 horas
y tuvo que ser autorizada por un decreto. l (DyN)