La vivienda de Gilda Sust, una mujer discapacitada de 70 años, puede ser rematada. Otra vez está en problemas. Según apuntó la Concejalía Popular, el inmueble corre riesgo nuevamente ya que el juez estableció otra fecha para su subasta, que está planteada para el 21 de este mes en Tribunales. La situación despertó luces de alerta de familiares y amigos de esta persona, quien ya salvó su casa el mes pasado merced a la intervención de vecinos solidarios y a la trascendencia pública que tomó el tema.
Uno de los aspectos más llamativos de este nueva convocatoria del juez es que no se encuadra dentro de las normativas actuales. Es que no atiende la prórroga de 180 días para cualquier remate de vivienda única que aprobó recientemente la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe.
"Se está tomando una decisión drástica, sin acuerdo ni diálogo. Se está pasando por encima a la ley. Es una gran barbaridad", reclamó Nire Roldán, uno de los referentes de Concejalía Popular que está acompañando de cerca el caso de Sust.
"Para nosotros hay que hacer una presentación en defensa de Gilda, pero que además sea un ejemplo para que se empiece a cumplir con la ley", destacó Roldán.
Vale recordar que el mes pasado, esta mujer consiguió retener su vivienda única por la oportuna intervención de un grupo de familiares y conocidos, que efectuaron una protesta en Tribunales que posibilitó que conservara su hogar.
La movida que armaron en el edificio logró que no se presentaran candidatos, oferentes o interesados para participar del remate.
La intención de los integrantes de Concejalía Popular es hacer que la Justicia respete lo que determinó la Cámara de Diputados provincial.
Esta problemática situación proviene de división de bienes a través de una sucesión. La hermana de Gilda reclama la mitad de la propiedad, y no aceptó la oferta que recibió, que rondaba los 600 mil pesos. Ante la falta de acuerdo, el departamento situado en Sarmiento y 3 de Febrero, en el que Gilda vivió durante muchos años con su madre, estuvo a punto de ser rematado el 17 de noviembre pasado. Pero quedó en suspenso ante el pedido de esta mujer de 70 años de poder comprar la mitad de la propiedad.
Aquella vez, la Justicia atendió en cierta medida el reclamo de Gilda, que sufre la enfermedad de Paget (una patología que debilita los huesos).