Soy una persona ciega, vivo en la ciudad de Santa Fe y a principios del mes de enero del corriente año debí viajar a la ciudad de Rosario por cuestiones de salud. Al llegar a la terminal de colectivos, tomé un taxi, para ser trasladado hasta el nosocomio donde debía ser atendido. El viaje costó alrededor de 35 pesos y aboné el mismo con un billete de 100 pesos. Al darme el vuelto el taxista tomé el mismo y descendí del vehículo. Luego, al finalizar los motivos por los cuales había viajado, asciendo a un nuevo taxi para que me lleve nuevamente a la terminal de colectivos. Al abonar este nuevo viaje, entrego un billete de 50 pesos, del vuelto que me había dado el taxista anterior. El taxista me informó que el billete era falso, esta situación fue corroborada posteriormente por varias personas. El motivo de contar esta historia es para prevenir a las personas ciegas y con dificultades visuales para que no sean engañadas como el suscripto por un servidor público, como lo es un taxista. Agradecido desde ya por publicar la presente.
Jorge A. Allevi
DNI 14.764.056