La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, afirmaron que el Mercosur debe “adaptarse a las nuevas realidades” y “flexibilizar” las normas que impiden a sus socios establecer acuerdos comerciales en forma individual o a velocidades distintas. El trasfondo del reclamo público conjunto, sin precedentes, es una apertura comercial a la Unión Europea, resistida por otro de los socios del Mercosur, Argentina.
Por esto, ambos presidentes calificaron de “prioridad” las prolongadas negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) y anunciaron que el Mercosur planteará al bloque europeo que “se defina una fecha” para intercambiar sus respectivas ofertas este mismo año. “El Mercosur debe adaptarse siempre a las nuevas circunstancias”, declaró junto a Vázquez la presidenta brasileña, cuyo país ejerce este semestre la presidencia rotativa del bloque.
Hasta hace poco, Brasil también era renuente a un tratado de libre comercio con la UE, principal potencia económica mundial con sus 27 países de alto nivel de desarrollo. Pero la crisis económica que está atravesando Brasil cambió el criterio del gobierno. Rousseff consideró que el Mercosur —formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela— “es un ambicioso proyecto” que ha dado “resultados muy expresivos”. Pero hoy es necesario “hacer más”, y citó el acuerdo de libre comercio con la UE, “para adaptarse a las nuevas circunstancias”.
Vázquez, fue más frontal, y reiteró la vieja petición de Uruguay de que el Mercosur revise las normas que impiden a sus miembros hacer acuerdos comerciales con otros bloques o países en forma individual. “Nuestros países no viven en soledad. Forman parte de un bloque regional que tiene un enorme potencial, pero que hoy no está a la altura de su razón de ser”, declaró. “No somos impacientes, pero tampoco seríamos sinceros si dijéramos que hoy, como está, (el Mercosur) nos satisface”, apuntó. Según el presidente uruguayo, “sin renunciar a objetivos de largo plazo”, es “necesario y urgente alinear al bloque con las realidades políticas y económicas del momento”, “restablecer su credibilidad” y “generar la necesaria flexibilidad”, para que sus miembros expandan sus fronteras comerciales a través de nuevos acuerdos. En ese sentido, manifestó su pleno apoyo a la tesis que maneja Brasil, que apunta a permitir que las negociaciones con otros bloques o países se desarrollen a distintos ritmos, de acuerdo al interés de cada miembro del Mercosur.



































