Desde comienzos de 1990, hemos experimentado un crecimiento extraordinario en el número de estudios internacionales de educación. Entre los de mayor cobertura se encuentra el Estudio de Comprensión Lectora (1990); el Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias (Timss, cada 5 años desde 1995); el Programa Internacional de Rendimiento de Estudiantes (Pisa, cada 3 años desde el 2000); el Estudio del Progreso en Comprensión Lectora (Pirls, cada 5 años desde el 2001); y el estudio de Educación Cívica y Ciudadanía (Iccs, desde el 2008). Además, hay esfuerzos regionales tales como los del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece), coordinado por la Unesco; y el Southern and Eastern Africa Consortium for Monitoring Educational Quality (Sacmeq) en la región sur del continente africano, también patrocinado por la Unesco.
Nótese que me refiero a ellos como "estudios" y no como "evaluaciones" ya que el término estudio es más apropiado, dada la estructura de estas actividades, su propósito, y la intención del uso de la información. La evaluación, como el origen de la palabra lo indica, tiene la intención de asignar un "valor" al proceso educativo, mientras que el término estudio tiene la intención de conocer y saber, a fin de entender el proceso y las relaciones entre variables.
Es también importante hacer la distinción entre un "estudio" y un programa de indicadores educativos. Aunque en apariencia son similares, su propósito e intención de uso de la información son distintos y llevan a diferencias que, aunque sutiles, son importantes y deben ser consideradas al momento de diseñar los marcos de referencia e instrumentos.
Volviendo al tema, hoy existen distintos estudios que si bien tienen características propias, también tienen mucho en común. ¿Cómo escoger en cuál participar? ¿Será necesario comenzar uno nuevo? La decisión de participar en un estudio se basa en muchas razones. Se puede decidir participar por la sencilla razón que nuestros vecinos y/o socios económicos, o aquellos quienes aspiramos sean socios económicos, participan. Esta es razón de peso en la decisión de participar en un programa de indicadores como Pisa.
Se puede decidir participar también porque el estudio toca un tema de particular importancia en el momento histórico en que se vive, razón de peso para participar en un estudio como el Iccs con módulos regionales. Esta última razón también se puede tomar como motivo para no participar y así evitar tener información sobre algún tema sobre el que un gobierno no desea que se revele información.
Realidad educativa. A fin de cuentas, la razón principal para participar en un estudio internacional se debe basar, en gran parte, en la pertinencia a la realidad educativa del país, o a la realidad educativa que se quiere lograr en el país. Si bien es verdad que se debe estudiar lo importante, la realidad es que también lo que se estudia se convierte o se termina considerando importante. Por esta razón, los estudios internacionales proveen una visión de lo que es, al igual que una visión de lo que se quiere o debe ser, en base a los paradigmas en los que se basa el estudio.
Las organizaciones que dirigen y coordinan estos estudios ven lo que "es" y lo que se "quiere ser" desde distintas perspectivas, y como resultado, existen distintos estudios que reflejan estas visiones, aunque estas distintas visiones tengan sutiles diferencias, y en muchos casos no sean bien entendidas.
Los avances tecnológicos y sobre todo, de comunicación de los últimos 30 años, han facilitado el auge de estos estudios internacionales desde estas distintas perspectivas, y los desarrollos de las metodologías han facilitado que más actores tengan aspiraciones para ejercer roles protagónicos en este campo. Al escribir esto y ver los distintos esfuerzos que se llevan a cabo alrededor del mundo recuerdo la advertencia de "no hacer distinciones donde no hay diferencias."
Objetivo. A pesar de estos avances, es importante no olvidar el propósito principal de estos estudios, y tener en cuenta las demandas a las que son sometidos los recursos necesarios para desarrollar una implementación a nivel nacional e internacional. Creo y espero que poco a poco habrá una consolidación de esfuerzos entre las partes interesadas y protagonistas, a fin de que estas actividades sean menos onerosas y haya más recursos disponibles que fomenten una mayor utilización de la información, que nos permita conocer y saber sobre proceso educativo, entender el proceso y las relaciones entre variables, y de esta manera poder proporcionar información más útil y relevante a los sistemas educativos.