El domingo a la tarde, el abogado Bernardo Larroux se inquietó cuando un vecino le advirtió que la puerta de su estudio jurídico del centro rosarino estaba abierta. Preocupado, se dirigió hasta el lugar y se encontró con una desagradable sorpresa: desconocidos se habían llevado, luego de forzar la puerta de las oficinas, un botín de 20 mil dólares, 20 mil pesos, cheques por un monto de 50 mil pesos, joyas y una computadora portátil.
Larroux tiene 41 años y se desempeña desde hace 15 como abogado laboralista en un estudio jurídico situado en el segundo piso del edificio de Mitre 292. Comparte la oficina con su socio, el letrado Ricardo Lamas. El inmueble está ubicado frente al hotel Ros Tower y a dos cuadras del parque de España.
De par en par. Cerca de las 18 del domingo, un vecino lo llamó a su teléfono celular y le comentó que algo extraño había ocurrido en su estudio. "El hombre primero pensó que yo estaba cambiando la cerradura cuando vio la puerta abierta de par en par pero después, cuando la vio barreteada, presumió que habían entrado ladrones", explicó Larroux a LaCapital.
Entonces, fue hasta el estudio y apenas llegó comprobó que la presunción de su vecino no era equivocada. Sin embargo, en el lugar no había mucho desorden porque, al parecer, los delincuentes encontraron enseguida lo que estaban buscando.
Según la reconstrucción que realizó el abogado, los ladrones ingresaron al palier del edificio sin violentar la cerradura de la puerta de calle. Luego subieron por el ascensor hasta el segundo piso donde está ubicado el estudio jurídico.
Una vez allí, forzaron la puerta y se metieron. "La policía científica me dijo que la violentaron (la abertura) con un gato neumático", explicó.
Sencillo. Una vez adentro del estudio, los intrusos continuaron con la tarea delictiva. Encontraron la caja de seguridad de hierro que estaba empotrada en una de las paredes y les resultó sencillo abrirla. Sólo tuvieron que recoger la llave que estaba guardada en uno de los escritorios.
En el paso siguiente, los delincuentes recogieron los 20 mil dólares y las alhajas que estaban depositados en el artefacto.
"Se llevaron pulseras, anillos y cadenas de oro", relató la víctima.
A su vez, los malhechores se apoderaron de los 20 mil pesos y de los cheques que estaban repartidos en los escritorios que ocupan Larroux y su socio (ver aparte). Los ladrones también se llevaron una computadora portátil.
Tras descubrir el atraco, el letrado denunció el hecho en la comisaría 3ª, en cuya jurisdicción ocurrió el ilícito.
Ayer a la mañana, Larroux se quejaba por el quebranto económico que le ocasionó el robo y también se lamentaba por la ausencia de huellas de los asaltantes. "La policía científica vino anoche (por el domingo) y no encontró rastros porque la caja fuerte tiene una superficie rugosa", explicó.
Primera. El abogado se mostró sorprendido por la irrupción de los malhechores a raíz de que solamente él y su socio conocían la existencia del dinero, pero no descartó que "otras personas pudieran saberlo".
"En quince años -comentó- esta fue la primera vez que nos roban".
Autos
Larroux contó que el dinero sustraído había sido acumulado en los últimos meses, junto con su socio, para cerrar una operación comercial. “Mi socio me compraba mi auto y yo, a su vez, adquiría otro. Por eso no había depositado el dinero en un banco”, explicó. El abogado añadió que los cheques robados tenían fecha diferida y los había recibido en abril pasado como parte de pago de clientes de distintos casos.