Hay que revolver mucho para encontrar algo más pesadillesco que lo que vivió una
jubilada de 80 años en su casa de la zona de Alberdi el verano pasado. La noche del 7 de febrero un
individuo joven entró a su vivienda y la sometió sexualmente obligándola a atravesar por
situaciones en extremo degradantes. Lo inaudito es que esta misma persona retornó una semana
después y forzó a la misma mujer a pasar por idéntico calvario.
Por este doble ataque un juez acaba de procesar a un hombre de 28 años. Estos
dos episodios son los primeros de una secuencia de ultrajes sexuales contra ancianas registrados
este año que, se presume, cometió el mismo individuo. Los delitos comparten el mismo patrón: fueron
perpetrados por un atacante solitario que no forzó aberturas, contra mujeres mayores de 75 años que
vivían solas. El último de los casos, ocurrido hace tres meses, tuvo final fatal.
Fue el 30 de junio pasado, cuando un hombre fue detenido pocos minutos después
de que Marta Antonia Catalano, de 76 años, fuera asesinada en su casa de pasaje Cuba al 700,
cercana a los cines Village, cuando se arrojó del techo de una casa vecina, a unos 20 metros sobre
calle Zuviría al 5800. Catalano era viuda y madre de tres hijos. Vivía sola de su jubilación de ama
de casa y la pensión de su marido. Esa noche, una vecina la oyó gritar y llamó a la policía. Su
cuerpo quedó tendido inmóvil al lado de la cama.
Señalado. El hombre detenido ese día e imputado por el homicidio de Catalano ahora fue procesado
por las violaciones, con una semana de intervalo, de la mujer de 80 años de la zona de Alberdi. Se
llama Luciano Hugo Andrés Beltrán, le dicen Pele, es un albañil chaqueño de la localidad de
Corzuela y tiene 28 años. El juez Alfredo Ivaldi Artacho lo procesó como autor de los delitos de
abuso sexual agravado, privación ilegal de la libertad y robo con arma de fuego, todo en dos
oportunidades.
A requerimiento del fiscal del caso, el juez le impuso a Beltrán prisión preventiva por dos
motivos. Uno, que la expectativa de pena en caso que lo condenen es, como mínimo, de ocho años de
prisión. El otro que, en el mismo juzgado, este hombre está imputado por otros tres delitos
semejantes, además del homicidio de Marta Catalano. En dos de los casos que se tramitan allí las
víctimas reconocieron en rueda de personas a Beltrán como el autor de los ataques.
Fuentes judiciales señalaron que la mujer que fue víctima de la violación que se repitió a los
siete días señaló de manera tajante a Beltrán como su agresor. Además de ella otras dos ancianas lo
apuntaron sin vacilar por lo mismo: una de 80 años que fue atacada el 24 de abril en Santa María de
Oro al 200, en jurisdicción de la comisaría 8ª de barrio Refinería. La restante fue una anciana de
84 años sometida en su casa de Guatemala al 100, en el radio de la comisaría 17ª de la zona de
Fisherton.
La unificación de las causas se hizo a partir de que la oficina de delitos con imputados no
individualizados (NN) advirtió un patrón semejante en varias denuncias de violación. Por eso al ser
detenido Beltrán la fiscal de esa oficina, Viviana Cingolani, requirió a los distintos juzgados que
le tomaran declaración y lo llevaran ante las víctimas para un reconocimiento. Eso derivó en que el
juez Ivaldi, que tenía la denuncia más antigua, concentrara los expedientes.
Ivaldi debe ahora resolver los casos pendientes contra el albañil. Este tiene un antecedente por
un robo por el cual fue condenado a cinco años de prisión de 2003.
Además de estos casos, contra Beltrán pesa una identificación fotográfica que hizo una mujer de
79 años asaltada el pasado 20 de mayo en Teniente Agnetta al 700.