El Arsat-1, el primer satélite construido en la Argentina, será trasladado hoy en avión de Bariloche a Guyana Francesa, desde donde en octubre será lanzado a la órbita del espacio. Brindará servicios de televisión directa al hogar (TDH), acceso a internet, datos y telefonía sobre IP a todo el territorio nacional y países limítrofes.
A partir del mediodía de ayer comenzó el proceso de carga al avión de las distintas partes del satélite, que fue trasladado al aeropuerto de Bariloche desde las instalaciones de la compañía rionegrina Invap. Presenció las alternativas en el aeropuerto el jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich.
El Arsat-1 es el primer satélite de comunicación geoestacionario nacional. Fue desarrollado en Bariloche por Invap, una sociedad de Estado de la provincia de Río Negro dedicada a la investigación y el diseño de reactores nucleares, tecnología espacial y radares fundada en 1976.
Invap trabajó por encargo y bajo un contrato firmado con Arsat, la empresa nacional creada en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner, dependiente del Ministerio de Planificación Federal.
El Arsat-1 será trasladado a Guyana hoy por un avión Antonov ucraniano. Previa escala en Ezeiza, se espera que su arribo al aeropuerto de Cayenne se produzca hoy a la tarde.
Una vez en Guyana, el satélite será transportado hasta Kourou, la ciudad donde está montado el centro espacial de Arianespace, el consorcio conformado por el centro nacional espacial francés y empresas espaciales europeas.
Cuando en octubre sea lanzado desde la Tierra, a 300 kilómetros de distancia se producirá el desprendimiento del Arsat-1 del cohete Ariane 5, su lanzador.
A partir de allí seguirá su camino solo y será ubicado en la posición 72º Oeste desde la estación ubicada en territorio bonaerense Terrena Benavidez, sede de la compañía Arsat.
Entonces, la Argentina se habrá transformado en el primer país de Latinoamérica en poner en órbita y gestionar completamente un satélite geoestacionario.
Cristina. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó ayer "la capacidad de generar tecnología por la inversión del Estado y por los recursos humanos altamente calificados" que hay en el país.
Resaltó "la partida del Arsat-1, el primer satélite geoestacionario íntegramente diseñado, construido y testeado en el país", según escribió a través de su cuenta de Twitter.
Cristina aseveró que "no hay más de ocho países en el mundo con capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat-1" e indicó que esto sucede "después de ocho años de investigación y desarrollo".
El país se suma al lote conformado por Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Eurozona, de países que producen satélites geoestacionarios.
Se espera que en julio de 2015 el país pueda lanzar su segundo satélite, el Arsat-2 (ya en proceso de fabricación), que tendrá una cobertura mayor. Ubicado a 81° Oeste (la segunda órbita geoestacionaria reservada al país), funcionará como un complemento del Arsat-1 y permitirá extender el alcance de la huella satelital argentina a todo el continente americano. Así las empresas nacionales podrán exportar servicios de datos, establecer enlaces punto a punto y dar acceso a internet, además de posibilitar el transporte de video para toda la región.
En la década del 90 la Argentina estuvo a punto de perder, por no utilizarlas, las dos posiciones orbitales (72º y 81º Oeste) otorgadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (de la ONU).
El Estado transfirió a Arsat los activos de la empresa Nahuelsat que explotaba la posición 72º a través del satélite Nahuel 1 de fabricación extranjera.
"Estas posiciones son recursos naturales escasos, porque no se pueden crear nuevas", explicó Norberto Berner, secretario de Comunicaciones de la Nación.
El funcionario advirtió que si Argentina perdía las órbitas asignadas, el organismo internacional se las hubiese adjudicado a otro país que las demandara, y que uno de los primeros en la lista era Gran Bretaña.
Bariloche. La intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, recibió ayer al jefe de Gabinete Jorge Capitanich y dijo que "es la primera vez que la ciudad festeja un acontecimiento así con los vecinos", cual fue la partida del satélite.
Agregó que "justo ayer se cumplieron cinco años de la puesta en marcha de la Televisión Digital Abierta (TDA) en el país, en base a un convenio firmado en Bariloche, en una reunión de Unasur".
Capitanich recorrió la sede de Invap y felicitó al presidente de la compañía, Horacio Osuna, y al gerente Héctor Otheguy.
"Esto echa por tierra que las empresas del Estado no sirven", contestó Capitanich, antes de requerir información sobre la facturación de la empresa (unos 200 millones de dólares al año), la cantidad de personal (1.200 empleados) y otros datos.
Otheguy le respondió: "La eficiencia administrativa debe estar al mismo nivel que los radares, satélites y reactores".