Desde los múltiples roles que sostiene como artista, productor e integrante de la conducción de Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), Pablo Echarri avisa con satisfacción que “muy pronto el sector audiovisual tendrá una ley que le dé impulso porque por primera vez están del mismo lado del mostrador el Estado y los distintos actores de la producción televisiva”.
Durante una entrevista con Télam, el intérprete que días atrás ganó junto con Alberto Ammann, su compañero de elenco en el filme argentino “El silencio del cazador”, el lauro al Mejor Actor en el 23er. Festival de Cine de Málaga, resalta que “la activación del sector tiene que ser amplia para que esa ley de fomento sea buena y virtuosa”.
Al respecto, Echarri puntualiza: “En años anteriores impulsábamos la creación de una ley de este tipo pensando exclusivamente en los aspectos culturales, pero ahora se ha sumado de forma muy contundente e importante la proyección desde la economía”.
“Una ley para el sector audiovisual -abunda- puede hacer un aporte muy grande al Producto Bruto Interno y el Poder Ejecutivo actual ve la posibilidad de generar trabajo de calidad, marcar un derrame muy grande y producir tanto activos culturales como activos de divisas”. El fomento al sector audiovisual ligadao a la producción seriada y televisiva forma parte de la Ley de Economía de Conocimiento (con una serie de beneficios impositivos y promocionales) aprobada en Diputados en junio pasado y tendría su tratamiento en el Senado durante este mes.
El silencio del cazador - Tráiler
Se te nota muy confiado en que la ley saldrá en septiembre.
Tengo mucha confianza en que el gobierno quiere aplicarla al empezar 2021 para tener una salida laboral inmediata tras el final de la pandemia y vamos a arribar a una ley robusta que se va a poder sostener a lo largo de los años, más allá de los posibles cambios ideológicos o de gobiernos.
¿Cómo fue el proceso histórico de este fomento a lo audiovisual?
En 2012 el audiovisual fue decretado industria y posteriormente a eso hubo intentos para darle contenido, pero la derrota de 2015 echó por tierra la posibilidad de concretar ese sueño. La multisectorial negoció con la gente del gobierno de Macri y si bien siempre existió un acuerdo de palabra nunca se pudo encuadrar en discusiones concretas para cristalizarlo. Ahora creo que la crisis económica y del sector por la herencia recibida más la pandemia es lo que hoy le hace ver al Poder Ejecutivo actual que la expansión industrial en el país es una salida natural y necesaria para generar trabajo e ingresar divisas. No es sólo el deseo de fomentar, es también una salida económica.
La pandemia agravó dramáticamente el panorama.
La pandemia vino a recrudecer la crisis pero por otro lado ayudó a poner sobre la mesa la realidad del sector. Hay mucho por hacer y mucho por consensuar y dentro de las empresas que forman parte del sector ven la necesidad de poner esta ley en marcha y poder sentarnos con las plataformas para ser parte del desarrollo audiovisual de un país.
¿Es la magnitud de la crisis la que obliga a, de alguna manera, acercar posiciones?
El trabajo propositivo hacia adelante es la manera de caminar. Hay sectores radicalizados que están en oposición constante y absoluta, pero existen otros sectores no tan reaccionarios que saben que Argentina tiene en sus manos la posibilidad de generar consensos mínimos, acuerdos que nos hagan ver que estamos en una situación tan desfavorable que llegó el momento de sacar la nariz del agua.
¿Cómo llegaste a tener este lugar dentro del medio?
Mi realidad personal y mi curiosidad desde que empecé a transitar este medio hace 25 años me llevaron a querer ser parte desde ámbitos no específicamente artísticos sino también desde el lado de la producción y también desde el costado institucional por la defensa de los derechos de propiedad intelectual. Evidentemente eso me da una visión más acabada desde la que intento aportar mi granito de arena para lograr consensos.
¿En qué momento te encontrás de tu faceta como productor?
Tras la disolución como sociedad de la productora El árbol (en 2016 tras el suceso de “La leona”) armé un sello nuevo que se llama Alternativa que lo empecé a tramitar después de 2015 pero debido a la situación decidí desensillar hasta que aclare. Tengo proyectos concretos y ganas de hacer cosas en el cine.
Hablando de cine, venís de ganar un premio muy importante en España con “El silencio del cazador”, de Martín Desalvo.
Ese mimo de reconocimiento artístico es muy bienvenido. A nadie le amarga un dulce y más tratándose de una gran película que plasmó un guión de gran calidad que creció en el acto creativo del rodaje en Misiones y nos pegó un “subidón” en la cuarentena.
A pesar de tanta y tan diversas labores, estás muy activo políticamente en Twitter.
Desde hace unos años a esta parte decidí cristalizar mi idea política y Twitter es una ciénaga bastante espesa pero también es una herramienta fantástica desde lo comunicacional. Voy aprendiendo cada vez más a exponer mi idea para que esa idea vaya construyendo. Aunque siempre he sido más intempestivo que racional voy tratando de que la racionalidad vaya ganando espacio para tener posibilidades de transformarme en un ser humano mejor.