La miniserie argentina “Okupas”, que con su estreno en el 2000 marcó el inicio de las ficciones televisivas sobre la marginalidad y que en su caso retrató con una impronta honesta y muy propia el escenario de profundo deterioro social que dio paso a la crisis que estalló un año más tarde en la Argentina, llegará próximamente a Netflix.
Así lo confirmó @CheNetflix, la cuenta que el gigante del streaming posee en la red social Twitter para el público nacional, con un mensaje acompañado de un video de casi dos minutos en el que, a modo de tráiler, repasan algunas de las escenas y momentos icónicos de la tira dirigida por Bruno Stagnaro, acompañados por una banda sonora compuesta por Santiago Barrionuevo, conocido como Santiago Motorizado, líder de la banda El Mató a un Policía Motorizado.
Okupas - Tráiler de Netflix [1080p] (2021)
Justamente, la música original de la serie, que incluía canciones de grupos y artistas locales pero también extranjeros, como The Beatles, The Doors, Jimi Hendrix o Bob Marley, debió ser modificada por los problemas legales vinculados a los derechos de autor que presenta su inclusión en la plataforma de Netflix.
Por ese motivo, cuando hacia mediados del último año trascendieron rumores que indicaban que la plataforma estaba interesada en adquirir la tira -que hasta este momento sólo se encuentra de forma ilegal en YouTube-, Stagnaro comenzó a convocar a distintos músicos argentinos para reemplazar esas obras internacionales, y finalmente se decantó por Barrionuevo, quien ya trabajó en la nueva banda sonora que podrá verse en esta suerte de nuevo lanzamiento.
En una entrevista con Télam en ocasión del 20 aniversario de “Okupas”, el también director de “Un gallo para Esculapio” (2017-2018) y corealizador junto a Adrián Caetano de “Pizza, birra, faso” (1998), señaló que la historia que se narra en sus once episodios “lamentablemente sigue siendo absolutamente actual”.
“Era un momento en el que se percibía que de alguna manera íbamos a una especie de ruptura. Me hubiera gustado que 20 años después estuviéramos en otro contexto, y no en uno en el que esa sensación está tan presente de vuelta”, agregó.
Además, en relación a la bisagra que significó la serie en relación a las producciones que abordan las temáticas de los sectores marginados y abandonados por el sistema, Stagnaro consideró que “es cierto que en la tele es un registro que todavía no se había transitado” y que “después de eso se transitó hasta el hartazgo”.
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"La escritura involucró indagar en un lenguaje que todavía no estaba presente en la TV pero que después, como todo en la tele, fue canibalizado", dijo Bruno Stagnaro.
“Involucró indagar en un lenguaje que todavía no estaba presente en la tele pero que después, como todo en la tele, fue canibalizado, estandarizado y transformado en un mero producto. En su momento aportó bastante aire, pero en ese punto no siento que haya marcado un gran hito, porque en definitiva lo que sucedió es que la misma maquinaria televisiva terminó fagocitando la posibilidad de explorar lenguajes nuevos”, dijo.
Con respecto al personaje protagónico, Stagnaro añadió: “De su búsqueda de identidad y entender cuál es su lugar en el mundo, y cómo eso lo va arrastrando a situaciones problemáticas y se va metiendo en esta historia de amistad con estos otros tres personajes, como van conformando una familia postiza. Siento que esa es una temática que no está anclada a un momento particular sino que es bastante universal, humana atemporalmente, y en ese sentido también sigue muy vigente”.
Producida por Ideas del Sur y emitida originalmente por el entonces Canal 7, “Okupas” -que en la emisión de su primer episodio el 18 de octubre del 2000 midió 3.5 puntos de rating, mientras que en el último alcanzó los 6.7- se centraba en un grupo de jóvenes de clase media empobrecida y sus andanzas por el mundo criminal, las drogas y la amistad.
En la trama, un jovencísimo Rodrigo de la Serna encarnaba a Ricardo, un veinteañero encargado por un familiar del cuidado de una vieja casona porteña para evitar que fuera ocupada, pero acaba siendo él mismo y su grupo de amigos, interpretados por Ariel Staltari, Diego Alonso y Franco Tirri, quienes se convierten en los ocupas del lugar.
Además de “Okupas”, en la pantalla chica De la Serna descolló como el barrabrava José María Lombardo en el unitario “El Puntero” y actualmente como el ladrón Palermo en la exitosa serie española “La casa de papel” que se ve por Netflix. En la misma plataforma se puede ver a De la Serna en personajes muy disímiles como los que interpreta en la comedia “Yucatán” y “Al acecho”. En el filme compone al guardaparques Pablo Silva quien debe rehacer su vida en un nuevo destino, el Parque Pereyra Iraola, un lugar olvidado y conflictivo al que pocos quieren ir y en donde descubre una red de cazadores furtivos, tráfico y engaños.
Con su icónico testimonio de la época menemista y sus consecuencias sociales, la tira se alzó con tres premios Martín Fierro en su entrega del 2001 y contó con varias repeticiones en diferentes canales de las grillas nacionales. Además de la icónica “Pizza, birra faso”, otras recordadas obras de Stagnaro son “Vientos de agua”, “Impostores” y el documental “Un viaje a Malvinas”.