Un ejemplar de lobo marino albino nació en la reserva faunística provincial rionegrina Punta Bermeja, a 65 kilómetros de Viedma, sobre la costa atlántica, donde habitan unos 6.000 ejemplares de ese mamífero.
Un ejemplar de lobo marino albino nació en la reserva faunística provincial rionegrina Punta Bermeja, a 65 kilómetros de Viedma, sobre la costa atlántica, donde habitan unos 6.000 ejemplares de ese mamífero.
El cachorro, que ya mide unos 80 centímetros de largo y pesa unos 15 kilos que nació hace tres semanas, se diferencia claramente de sus congéneres —que son negros— y llama la atención de los visitantes de la colonia continental de lobos marinos, una de las más grandes en su tipo en todo el mundo.
"Como todos los veranos se registró la parición de unas 800 crías y al hacer nuestras observaciones descubrimos la cría albina, caracterizada por la ausencia de pigmentación en su piel, ojos y pelos como consecuencia de una mutación genética imprevisible", explicó el biólogo Milton Perelló, responsable de la reserva.
El experto dijo que "todo ejemplar albino del mundo animal, como también ocurre con los mismos casos en los humanos, sufre ante la exposición al sol, y por eso notamos que el animal busca la protección de la sombra del acantilado y de las rocas".
Según recuerdan los guardafaunas del lugar, sería el sexto caso del nacimiento de un lobito marino albino en la última década, y el segundo consecutivo, dado que hace un año se registró un nacimiento similar.
En este sentido, Perelló sostuvo que "no hay estudios que permitan establecer si los ejemplares albinos anteriores lograron subsistir; lo concreto es que no se los ha vuelto a ver en esta colonia después que terminaron su etapa de amamantamiento, que dura unos once meses".
Mientras tanto el pequeño lobito blanco se alimenta y juega en la playa, ajeno a las preocupaciones científicas sobre su apariencia, asombrando a los turistas que llegan al sitio por la continuación de la ruta provincial número 1, que arranca desde Viedma y recorre todo el litoral marítimo de Río Negro.
La reserva de Punta Bermeja está administrada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia y es manejada por la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, que la tomó a cargo a principios de enero pasado.
En el lugar funciona un centro de interpretación con réplicas de la fauna de la zona, gráficos e ilustraciones, la exhibición del esqueleto completo de una ballena Minke y un auditorio donde se proyecta un audiovisual.
Para observar a la colonia de lobos marinos hay un mirador sobre el borde del acantilado, al que se llega por un sendero marcado por cartelería informativa.
"Unas siete mil personas pasaron por aquí durante enero y creemos que cada una de ellas descubrió un panorama distinto de la maravillosa vida en naturaleza sobre la costa del mar" dijo Perelló.
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