Las instituciones educativas, los padres y la Municipalidad se preparan para que el Último Primer Día de clases, más conocido por los jóvenes como UPD, se dé en un marco de respeto. El festejo ya se convirtió en algo tradicional que se hace sentir cada año en la ciudad, cuando los alumnos que comienzan quinto año celebran que es la última vez que inician el ciclo lectivo.
Juntadas nocturnas, redoblantes, consumo de bebidas alcohólicas, caminatas en grupo y hasta fuegos de artificio en el frente de los colegios resultan un paisaje habitual en las primeras horas de este día tan particular. Y con eso, las quejas de vecinos por los ruidos molestos y la vandalización de los mobiliarios públicos.
Es por eso que en la previa, la Municipalidad convocó a la comunidad educativa conformada por directores, docentes, padres y alumnos, con la intención de que la celebración se realice en el marco de mayor respeto posible. La idea es no repetir situaciones de otros años, con menores ebrios en las calles, usando pirotecnia prohibida, rompiendo o incendiando objetos, generando situaciones peligrosas y molestas para los otros habitantes de la ciudad.
Contener
“Creo que es una medida muy acertada. Sabemos el alto grado de conflictividad social, peligros, inseguridad y consumos problemáticos de sustancias que existen hoy en día. Es una medida para tratar de que nuestros jóvenes sepan, reflexionen y se concienticen. Vivimos hablando al respecto para que todo se desenvuelva en un marco de alegría, de expectativas y de regocijo”, expresó Walter Merlos, director de la escuela 431 General San Martín de Entre Ríos 145.
Una de las tendencias entre las comunidades educativas está relacionada a la generación de espacios descontracturados para que sean una alternativa al libre albedrío que generalmente reinaba en este tipo de situación. Que la planificación se imponga por sobre el descontrol. Desde la San Martín, por ejemplo, organizaron un desayuno a las 8.30 y una merienda a las 13.30 para contener a los chicos en la escuela.
"Cuando nuestros quintos se enteraron, desistieron de ir la madrugada del 4 de marzo al UPD general y se volcarán a nuestro desayuno y merienda”, continuó Merlos. Y agregó: “Ya comunicamos a las familias pidiéndoles colaboración en cuanto al respeto y la vestimenta. Pretendemos que la jornada no sea en un clima de agresión, sino de alegría, de algarabía y de respeto hacia ellos, hacia sus pares, hacia la institución y hacia los profesores”, aclaró.
Para las escuelas y los docentes, el rol familiar es fundamental: “Es muy importante. El primer día de clase cuando hacemos las reuniones de padres, les digo que la escuela no es enemiga de ellos, sino que tiene que trabajar con la familia y esperamos que ellos trabajen con nosotros”, aportó Merlos.
Acompañar
Otros colegios decidieron no generar un festejo alternativo, pero sí acompañar en las celebraciones que los propios alumnos organizaron y colaborar con las familias en su rol de concientización. Cristina es mamá de uno de los alumnos que comienzan su último año del ciclo lectivo en el Sagrado Corazón (Mendoza 1951) y contó que su hijo y sus compañeros de colegio realizarán los festejos con alumnos de otras cinco entidades educativas en un club.
“Hay dos chicos que son los encargados de recopilar toda la información y la van bajando al resto de sus compañeros. Yo veo en el WhatsApp de mi hijo que proponen algo y votan. Y bueno, el colegio nos convocó previamente y tuvimos una charla. Si bien la institución no participa en la organización de estos eventos, sí están involucrados también en acompañar a los chicos, en darle herramientas para que ellos vayan entendiendo la responsabilidad de sus acciones”, detalló.
En ese caso, los padres se organizaron, poniéndose en contacto con los papás de los demás colegios, y mediante un pequeño grupo de WhatsApp van intercambiando ideas e información, organizándonos. Vamos a estar esa noche ahí, acompañando presencialmente los festejos de nuestros hijos en el Club”, anunció.
“La verdad que nos sorprendió de manera positiva que se nos incluya en este tipo de encuentros. Si bien la Municipalidad posiblemente trabaja estos temas con las instituciones como el colegio, las familias anteriormente no formábamos parte de estos encuentros. Y entonces este espacio que se abrió para poder charlar y escuchar a todas las partes involucradas en estos eventos, tuvo una muy buena recepción”, aportó Cristina.
La reunión que se realizó la semana pasada en el Distrito Centro incluyó a la Agencia Local de Prevención y Abordajes de Consumos Problemáticos, el Fondo de Asistencia Educativa (FAE) y la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, que junto con directores, docentes, delegados, padres y alumnos, acordaron el trabajo mancomunado en la realización de acciones preventivas que promuevan el cuidado de edificios escolares, el espacio público y propiedades particulares.
Como dijo Cristina, los padres se vieron conformes con la idea de que la Municipalidad pueda acompañar el famoso ritual del UPD con las áreas que correspondan, pensando en un abordaje donde, con los seguimientos apropiados e informativos, se puedan construir mejores propuestas para que los festejos de los jóvenes estén contenidos, vigilados y que sean divertidos para ellos, sin ningún inconveniente para otros.
En tanto, de cara al futuro, propusieron algunas ideas, ya que hay algunos papás que tienen hijos más chicos que eventualmente llegarán al final de la secundaria. "Esperamos que en algún tiempo no muy lejano estos eventos se puedan realizar en un lugar puntual, como un predio donde el municipio autorice que se junten todos a festejar el UPD. Creo que sería algo mucho mejor, ya que estaría todo más consensuado, con mayor seguridad, control, puesto sanitario y seguro todo en un solo lugar", dijo María, otra mamá del Sagrado Corazón que participó de la organización del festejo de este año.
En ese sentido, planteó que quizás estas reuniones sean "el puntapié de algo distinto, porque estos festejos empezaron a llegar para instalarse y no creo que se vayan. Así que vamos cambiando, los chicos de ahora no son como los de nuestra época, todo va evolucionando y los padres de nuestra agrupación tratamos de ir adaptándonos". En esta oportunidad, acompañaron a los chicos que organizaron consiguiendo el espacio, el traslado, los costos, asesorándolos para que todo estuviera en regla, revisando los seguros y el contrato que firmaron.