Como respuesta a la denuncia presentada por el gobierno nacional, el secretario general del gremio de los Camioneros, Hugo Moyano, lanzó un paro en todas las ramas del sector, con fecha a determinar en la jornada de hoy. "Seguramente habrá trabajadores de otros sindicatos que se sumarán a las protestas que vamos a implementar", anticipó.
La decisión fue adoptada en medio de una entrevista televisiva, cuando lo alertaron sobre la denuncia penal presentada por el gobierno en su contra y de su hijo Pablo, secretario adjunto. "La respuesta es un paro nacional a partir de este momento. Es de todos los trabajadores camioneros y seguramente se sumarán otros sectores", advirtió el sindicalista. Si bien indicó que recién hoy se reunirá con sus pares para resolver la modalidad de la medida, adelantó que habrá una movilización a la Plaza de Mayo para protestar contra el gobierno.
El anuncio de paro nacional de Hugo Moyano cerró una jornada de alta tensión, que incluyó incidentes entre gremialistas y gendarmes en la refinería de La Matanza. Ante la gravedad del conflicto, la presidenta Cristina Fernández tuvo que adelantar su regreso desde Brasil porque la medida de fuerza afecta el normal suministro de gas y otros combustibles en todo el país.
El oficialismo, por la tarde, conformó un "comité de crisis" que se reunió en el Edificio Centinela, desde donde montó un operativo de urgencia para mitigar los efectos del paro e intentar garantizar el suministro de combustibles en puntos críticos del país. El gobierno por medio de Amado Boudou, el ministro del Interior, Florencio Randazzo; Mariotto, el jefe de Gabinete, Juan Abal Medina, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, salieron a criticar con dureza a la dirigencia de Camioneros.
El conflicto de Camioneros fue dispuesto por 72 horas en reclamo de un aumento salarial de 30 por ciento y al no llegar a un acuerdo con las patronales del sector resolvieron la medida de fuerza y desoyeron la conciliación obligatoria decretada por el ministerio de Trabajo. Pablo Moyano aseguró que "vamos a mantener las medidas por lo menos hasta el viernes a las 11", horario fijado para un nuevo encuentro con las cámaras empresarias en el Ministerio de Trabajo.
El gobierno, por medio de Randazzo, buscó implicar al gobernador Daniel Scioli (se encuentra de vacaciones en Italia) en el conflicto al afirmar que esperaba que el mandatario adopte decisiones similares a las del gobierno nacional.
A las pocas horas, en comunicación desde la península itálica, Scioli envió un mensaje para reclamar "responsabilidad" al gremio de camioneros y expresó que "acompañaba" las acciones que tome la presidenta. Mariotto agregó que "estamos muy amargados por algunos espacios simbólicos que a la hora de complicarle la vida a los argentinos no dudan", en crítica a Camioneros.
Dirigentes empresarios habían adelantado que la medida iba a generar desabastecimiento y falta de combustible en menos de 24 horas, una situación que se vio cumplida durante el día por las ventas adelantadas en numerosas estaciones de servicio y afectó en particular la distribución del gas en garrafas.
El vicepresidente Amado Boudou advirtió que los reclamos salariales deben resolverse en el marco de las "discusiones paritarias", mientras que Pablo Moyano le respondió con ironía que el vicepresidente "está más sucio que un mecánico" y agregar que "el señor Boudou salió del sarcófago, creíamos que ya estaba con (José) Pedraza", quien se encuentra detenido por el crimen de un militante.