Maxi, Nacho y compañía, protagonistas de una fiesta inolvidable. Todos juntos, vestidos de rojo y negro, elevaron la esperanza feroz al solo grito cargado de ilusiones y lágrimas. Newell's pegó en casa, con paliza futbolística, y se quedó con el primer chico ante Atlético Mineiro en un Coloso desbordado. Hizo el trabajo que debía realizar. Con fútbol, juego intenso y pensando siempre en el arco brasileño. Fue por 2 a 0, pero pudo ser por más. Porque el local hizo el gasto necesario y pugnó con intensidad por conseguir una victoria que no entregó un atisbo de dudas. Con una muy buena diferencia y dejando bien en alto sus pretensiones de ir por toda la gloria. Para seguir en esa búsqueda de ser el mejor de América y hacerlo con argumentos sólidos y concretos.
Toda la atención se posó sobre el Parque. La noche se vistió de gala y con el clima ideal. En el cielo las estrellas iluminaban un miércoles más de historia. Y en la cancha, las estrellas del fútbol se encendían para mostrar todo su fútbol, de un bando y del otro. Maxi Rodríguez y Heinze, por el lado leproso, y Ronaldinho (de flojo rendimiento), que llegaba con toda su magia y ese imán cautivante que lo acompaña, en el rincón brasileño.
Los jugadores de Mineiro salieron al campo de juego a realizar la entrada en calor. Como para recibir los silbidos y acostumbrarse al impacto del grito de guerra leproso. Dinho, cuando se dirigió al sector del Palomar y se topó de frente con los plateístas apostados en la platea de ese sector, hizo un gesto de reverencia mostrando toda su simpatía. Y después se dedicó a realizar algunas rabonas, uno de los sellos que lo caracteriza.
Todo cambió cuando la Lepra salió al ruedo. El estruendo y respaldo se escuchó en cada rincón de la ciudad. Con un recibimiento notable, cargado de entusiasmo. El cielo se iluminaba con los fuegos artificiales. Para que viva el fútbol. Y que la pasión no se detenga.
Newell's fue protagonista. Manejó el juego ante un rival que buscaba pegar el golpe de contra. La gente se comía las uñas y maldecía cuando Maxi le quemó las manos a Víctor o cuando Nacho también desperdició su chance.
Mineiro descansaba todas sus esperanzas en la magia de Ronaldinho y la efectividad de Jo, ambas ausentes. El 10 visitante poco pudo participar en la primera mitad, porque cuando quería hacerlo, Pérez, Mateo y compañía se encargaban de anular cualquier acción que quisiera pergeñar.
Newell’s estaba compenetrado en la tarea que debía realizar. En el sueño iniciado a comienzos de año y en la obsesión alimentada partido a partido. Los jugadores de Mineiro, antes del arranque del complemento, miraban al cielo y le suplicaban a Dios. Pero ni el de arriba se apiadó de la paliza de fútbol que le dio el equipo de “Tata Dios”.
Hubo ciertas dudas. Como cuando miles de hinchas quedaron atragantados con la salida errónea de Guzmán, que generó zozobra en el arco leproso. Pero enseguida apareció el ¡uh! de la tribuna y el golpe al aire cuando Maxi le metió un uñazo y otra vez Víctor salvó con una volada y tirando la pelota al córner.
La Fiera Rodríguez metió un cabezazo con toda su fiereza y le rompió la red a Víctor, que esta vez nada pudo hacer para evitar que el Coloso explotara. Y después Nacho Scocco anotó tras un tiro libre perfecto y volvió al gol. Para que las remeras comenzaran a ser revoleadas y las sonrisas se multiplicaran. Para que los cánticos se intensificaran y no pararan. Para que el grito fuera eterno, tanto y tan grande como el sueño de Copa.
Pablo Pérez se la perderá
Víctor saltó para ganar la pelota y Pablo Pérez lo tocó en el aire. El arquero rodó espectacularmente acusando el golpe y el árbitro amonestó al volante, que sumó la 3ª amarilla que lo dejará afuera de la revancha.
Una gran diferencia
Newell’s logró un valioso triunfo y terminó el primer duelo con el arco en cero. Algo a tener en cuenta para la revancha porque obliga a Mineiro a ganar por la misma diferencia y a conservar el arco en cero. Si la Lepra convierte un gol en Brasil obligará a su rival a marcar cuatro.
Gol bien anulado
Centro de la derecha a favor de Mineiro, cabezazo y tapada de Guzmán. Al rebote lo tomó Jo, tocó de zurda e inició la carrera para festejar el tanto que era la igualdad. Pero el línea Astroza lo anuló correctamente por offside.