Los gobiernos de Chile, Colombia, Costa Rica, México y Venezuela se sumaron ayer al coro de países latinoamericanos que reclamó explicaciones a Estados Unidos por reportes de que espió tanto a aliados como a críticos en la región a través de sus programas secretos de vigilancia. Desde países más cercanos a Estados Unidos, como Chile, Colombia y México, hasta sus críticos acérrimos, como Ecuador y Venezuela, pasando por moderados, como Brasil y Costa Rica, las autoridades latinoamericanas coincidieron en reclamar que Washington asuma si es verdad que estaban considerados como "blanco prioritario" para sus servicios secretos.
Colombia, un aliado clave de Washington, solicitó explicaciones mediante un comunicado de su Cancillería que expresó "rechazo" y "preocupación" ante las denuncias por parte del prófugo ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden a la prensa brasileña y británica, de que era espiada masivamente. El embajador estadounidense en Bogotá, Peter Michael McKinley, dijo hoy que su país responderá por los canales diplomáticos a Colombia.
Según afirmaron el domingo el diario brasileño O Globo y el inglés The Guardian, el vasto esquema de espionaje era operado por la NSA y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y Brasil era "el país más vigilado de América latina". Basados en la versión de Snowden, quien se halla desde el 23 de junio en el aeropuerto de Moscú, los periódicos aseguraron que la NSA y la CIA también espiaron, aunque con menor intensidad, a Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador.
Las autoridades de Estados Unidos negaron haber instalado una "base de espionaje" en Brasilia, como había informado la prensa brasileña y británica, mientras el gobierno de Brasil reconoció que el país es vulnerable desde el punto de vista informático. En una audiencia pública en el Senado, el canciller brasileño, Antonio Patriota, afirmó que el embajador estadounidense en Brasilia, Thomas Shannon, negó que su país hubiera usado una base en Brasil o haber contado con el apoyo de empresas brasileñas para labores de espionaje. El ministro de Exteriores no excluyó asimismo la hipótesis de que se busque un contacto con Snowden para tratar de aclarar el conflictivo tema. Según el ministro, la decisión sobre la necesidad de obtener declaraciones de Snowden -quien filtró los documentos sobre las prácticas ilegales- le corresponde a la Justicia brasileña.
A su vez, la Cancillería de Chile señaló que "procurará verificar la autenticidad" de los informes de prensa sobre el supuesto espionaje para pedir las explicaciones pertinentes, al tiempo que condenó "firme y categóricamente las prácticas de espionaje", cualquiera sea su origen. Por su lado, el gobierno de México exigió a su vecino y socio comercial "una información amplia" en torno del presunto espionaje, en medio de exigencias de líderes políticos de que tales explicaciones deberán ser "precisas y urgentes".
La Cancillería mexicana señaló que "estará atenta a la procura y evaluación de la información solicitada", y destacó que "las relaciones entre países se conducen con respeto y apego al marco legal", por lo que "condena enérgicamente cualquier desviación de esta práctica". A su turno, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, valoró como "sano" que se haya "abierto" un debate amplio sobre el presunto espionaje de Estados Unidos, y llamó a discutir "sobre cuál debe ser el balance entre la protección de la seguridad de una nación y sus ciudadanos, frente al respeto del derecho de otras naciones".
En Venezuela, uno de los países que ofreció asilo a Snowden, la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, sugirió irónicamente a sus conciudadanos que cierren sus cuentas de Facebook.
Ayer, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, reclamó que durante la cumbre del Mercosur que se celebrará mañana en Montevideo haya "un fuerte pronunciamiento y un pedido de explicaciones" de los países de los países del bloque.
La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, enfatizó que su gobierno rechaza tales prácticas de espionaje masivo, dijo que también propondrá debatir el tema en el seno del Mercosur y afirmó que denunciará el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
En tanto, Ecuador dijo que el asunto debería tratarse en la próxima Asamblea General de la ONU, en septiembre, y calificó de "intolerable" el presunto espionaje de Estados Unidos, sobre lo que demandó explicaciones y "correctivos al más alto nivel".