¿Cómo explicar este idilio entre Las Leonas y Rosario?, ¿cómo entender que el estadio Mundialista, cuando juega el seleccionado argentino, se transforma en algo así como un templo sagrado? Las Leonas están en la final de la Liga Mundial de hockey. Las Leonas jugarán hoy por el título. Las Leonas intentarán conseguir una vez más un campeonato en este escenario: el tercero sobre tres presentaciones. Hoy a las 19 (TV Pública) Argentina saldrá de nuevo a la cancha para quedarse con la corona tras vencer a China por 1 a 0 con gol de Pilar Campoy. Enfrente estará Nueva Zelanda, que le ganó a Alemania por 2 a 1. Y habrá fiesta segura. Por eso la cita es impostergable.
Nada más merecido para estas Leonas que un lugar en la final de uno de los torneos más importantes del hockey. Porque el 2015 fue durísimo, lleno de vicisitudes, con renuncias y cambio de entrenador, y llegaron a fin de año rompiéndose el alma para salir del bajón.
En la previa, salvo ellas, pocos las ponían como candidatas. Holanda se llevaba todas las apuestas y Australia seguía de cerca. Pero no hubo lógica y sí un equipo argentino que buscó, que peleó, que se reencontró con su esencia y que a pesar de algunos tropiezos volvió a levantarse para dar el golpe de instalarse en la definición. Entonces, en la balanza, el visor arroja un “merecido” que nadie se animará a discutir.
Ayer, como ante Holanda en cuartos de final, Las Leonas fueron más que su rival. Sacaron distancia corta pero supieron cuidarla sin resignar ideales. Fueron inteligentes, llevaron a cero el margen de error y aprendieron de los pasos en falsos.
No es un dato menor que en la fase de grupos China le haya propiciado a Las Leonas un 3 a 1 sin objeciones. Pero ayer todo fue distinto. No sólo porque Argentina pudo marcar primero y encontrar tranquilidad para manejar los hilos del encuentro, sino porque además el adversario no tuvo chances. Ni una para acercarse al tanteador.
China intentó aplicar la receta que le dio el triunfo en el partido anterior. Argentina se la rompió en varios pedacitos y le agrietó la muralla que impuso el martes pasado.
Reaparecieron Las Leonas en otra gran versión. Cuando cuesta encontrar a una figura en el equipo hay dos opciones: o se jugó muy mal o se hizo muy bien colectivamente. Y aquí vale la segunda.
Pilar Campoy, una de las debutantes en este torneo de semejante envergadura, se tiró de palomita tras una arrastrada de córner corto (sólo hubo dos en el partido y fueron para Argentina) de Carla Rebecchi y conectó la bocha al gol cuando iban 7’. Hoy quizás sea la chica de la tapa. No está mal, pero lo justo sería que apareciese todo el equipo.
Ganaron Las Leonas y una vez más estarán en una final en el estadio Mundialista de Rosario. Como sucedió en el Mundial 2010 y como en el Champions Trophy de 2012. La ilusión está intacta. Y el idilio tan vivo como siempre. Por eso el de hoy no puede ser menos que un pronóstico ideal para seguir ampliando la historia.
Nueva Zelanda será el rival
Nueva Zelanda será el rival de Argentina en la final de la Liga Mundial 2015. Las Black Sticks accedieron a la gran definición al vencer a Alemania por 2 a 1 con tantos de Liz Thompson y Kirsten Pearce. Descontó Eileen Hoffmann. Si bien a 13’ del final a las oceánicas se les oscureció el panorama con un córner corto en contra, pudieron llevarse el triunfo.
Las Black Sticks, cuartas en el ranking mundial, que fueron segundas en la fase de grupos y luego sacaron a Gran Bretaña en cuartos, ayer dieron nuevamente cuenta de su buen momento.
Holanda, quien por primera vez en 21 años no quedó entre los cuatro mejores de un torneo, fue 5ª. En el segundo encuentro del día La Naranja venció por 1 a 0 con gol de su delantera Lidewij Welten a Australia. Los equipos 1 y 2 del mundo no estuvieron en la pelea grande.
Por el séptimo lugar se enfrentaron Gran Bretaña y Corea del Sur, con triunfo de las primeras por 5 a 1. Los goles fueron de Nicola White (2), Ellie Watton, Hannah Macleod y Helen Richardson-Walsh. La capitana Hye Lyoung Han anotó el del honor coreano.