Dos empleadas domésticas declararon ayer que el empresario Gustavo Fernando Farré ejercía una violencia "constante" con respecto a su esposa, hijos y también hacia ellas, y así complicaron la estrategia de la defensa de plantear la emoción violenta como atenuante del crimen. Farré está acusado de asesinar a puñaladas a su ex esposa, Claudia Schaefer, en la casa de ambos del country Martindale, del partido bonaerense de Pilar.
El abogado Claudio Katis, representante de Mónica y María, dijo que las dos mujeres hicieron referencia a "todas las violencias que puede imaginarse: verbal, física, psicológica, hostigamiento constante".
"Han declarado todo lo que han visto y vivido durante todos estos años, principalmente Mónica respecto de todas las situaciones abyectas que le tocaron vivir en esta familia", indicó.
Sobre la situación dentro de la casa a la que se refirieron las dos mujeres, el letrado explicó: "Había un contexto de violencia generalizada, con los hijos y con las chicas también. Con todas las que prestaban servicio".
"Desde el comienzo la relación fue violenta. Mónica trabajó más de ocho años", precisó.
Sin dar demasiados detalles para no violar el secreto del sumario, el abogado agregó: "Protagonizaron hechos de maltrato, de violencia constantemente, era moneda corriente".
Conmocionadas. "Quedaron conmocionadas con la noticia. Estamos buscando asistencia psicológica porque María pasó tres días sin dormir ni comer", aseguró. Las empleadas domésticas que trabajaron en la casa del matrimonio declararon ayer ante la fiscal Carolina Carballido, a cargo de la investigación del caso.
Por otro lado, el perito psiquiatra Enrique De Rosa, contratado por la defensa de Farré, consideró que hacer declarar a los hijos del matrimonio sería "revictimizarlos" y solo agregaría "morbo" al caso.
"Es un absurdo hacer declarar a los chicos cuando cualquier elemento no anula el hecho de que la mató. Tal vez era el mejor padre o el peor padre, un violento o un encanto, en cualquiera de los casos, ¿en qué cambia?", indicó en declaraciones a la prensa.
El hecho ocurrió el pasado 21 de agosto en una vivienda del country Martindale, cuando Farré acuchilló a su ex pareja, Claudia Schaefer, en medio de una discusión por el proceso de divorcio. Farré y Schaefer ya se habían separado de hecho y vivían en distintos domicilios, ella junto a los tres hijos de la pareja.
Defensor. En tanto, el abogado de Farré opinó ayer que "la premeditación" en el crimen de Claudia Schaefer "está descartada" y explicó que para establecer si su cliente es o no inimputable o si hubo emoción violenta las pericias deben determinar qué paso por la cabeza del acusado en el momento del hecho.
"El tema de la premeditación está totalmente descartado porque la realidad es que ambas personas venían teniendo trato la semana anterior sin ningún tipo de problema", dijo ayer el abogado Adrián Tenca en la puerta de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Pilar.
Tenca agregó que el día del crimen "Farré tenía previstas entrevistas de trabajo por la tarde y nadie va a preordenar un homicidio delante de cinco testigos".
El defensor reiteró que va a trabajar la defensa "entre niveles" que son "la posibilidad o no de una inimputabilidad, y subsidiariamente la posibilidad de una emoción violenta o unas circunstancias extraordinarias de atenuación".
"Lo que debe determinarse, y así lo establecen el Código y la jurisprudencia, es qué pasó por la cabeza del imputado al momento del hecho. Eso es, en definitiva, lo que tienen que determinar la psiquiatría y la psicología. Qué sucedió en el momento del hecho, no lo que sucedió antes o después", explicó el letrado.
Respecto a la posibilidad de que declaren como testigos los hijos del matrimonio, Tenca dijo: "Lo voy a hablar con el psiquiatra de parte, Enrique de Rosa, para ver si es conveniente. Acá lo más importante es la preservación de los menores".
Por último, Tenca aseguró que desconocía que su cliente haya cobrado por su último despido una indemnización laboral de alrededor de seis millones de pesos que era parte del conflicto con Schaefer y adelantó que analizará si le pide a la fiscal hacer declarar como testigo a la madre de Farré, pese a las restricciones que impone el Código.
"Determinadas personas, entre ellas, los ascendentes, los descendientes y los cónyuges, no pueden declarar en contra del imputado pero sí a favor. Si yo entiendo que es pertinente que declare la madre lo pediré y habrá que ver qué dice la fiscal", señaló.