Líderes judíos urgieron ayer al Papa a que no rehabilitase a un obispo tradicionalista que niega el Holocausto, diciendo que esto fomentaría el antisemitismo y abriría una profunda brecha en las relaciones entres cristianos y judíos.
Líderes judíos urgieron ayer al Papa a que no rehabilitase a un obispo tradicionalista que niega el Holocausto, diciendo que esto fomentaría el antisemitismo y abriría una profunda brecha en las relaciones entres cristianos y judíos.
Medios de comunicación italianos dijeron que el Papa podría revocar este fin de semana las excomuniones de cuatro obispos tradicionalistas de la Sociedad de San Pío X, que rechaza la modernización de la doctrina y la oración católica.
Se trata del último intento por cerrar un cisma de 20 años que comenzó cuando el difunto arzobispo francés Marcel Lefebvre consagró ilegalmente a cuatro obispos en 1988, en un claro desafío a Juan Pablo II.
Uno de los cuatro, Richard Williamson, nacido en Reino Unido, ha realizado una serie de declaraciones negando el alcance del Holocausto aceptado por la mayoría de los principales historiadores.
"Creo que la evidencia histórica está principalmente contra el hecho de que seis millones (de personas) fueran deliberadamente gaseadas en cámaras de gas como una política deliberada de Adolf Hitler (...) Creo que no hubo cámaras de gas", apuntó en declaraciones retransmitidas por la televisión sueca el miércoles último.
Elan Steinberg, vicepresidente de la Congregación Americana de Supervivientes del Holocausto y sus Descendientes, dijo que la posibilidad de que el Papa aceptara a Williamson de nuevo en la corriente principal de la Iglesia “ha sido recibida con conmoción y consternación”.
“Para los judíos y todas las personas que sintieron el dolor de los terribles años de la Shoah (vocablo hebreo que se refiere al Holocausto), este paso alienta la transmisión del odio en todas partes”, dijo.
El principal rabino de Roma, Riccardo Di Segni, dijo que la readmisión de
Williamson en la Iglesia abriría una “profunda herida en el diálogo con el judaísmo”.
Ultraconservadores. Los obispos tradicionalistas rechazaron reformas del Segundo Concilio
Vaticano, especialmente la decisión de que la misa debía ser dicha en los idiomas locales en vez de
en latín, y la defensa del diálogo con otras religiones.
Ellos consideran que la acusación de que son racistas es “completamente falsa e injusta”. Pero apuntó a que el grupo tenía el derecho a “rezar para la conversión (de los judíos) a la fe verdadera, a estudiar su reciente y trágica historia, o a cuestionar algunos de sus objetivos políticos”.
Al final de la entrevista sueca, Williamson dijo ser consciente de que podría ir a la cárcel por la negación del Holocausto en Alemania.
El Papa Benedicto XVI ha realizado ya varios gestos de reconciliación con el grupo cismático, incluyendo el regreso sin condiciones a la misa en latín a la vieja usanza.
Esto movilizó a judíos enfadados porque la ceremonia incluye un rezo de Buen Viernes para su conversión.l (Reuters)
Perturbador
El rabino David Rosen, responsable de los asuntos interreligiosos del Comité Judío Americano, dijo que "a pesar de ser un asunto interno de la Iglesia, el apoyo a un negacionista de la Shoah es profundamente perturbador". Abe Foxman, director de la Liga Antidifamación en EEUU, consideró "obsceno que el clero abrace a quienes niegan el Holocausto".
Por Azul Martínez Lo Re