La modelo Karina Jelinek le reclamará a su ex esposo, Leonardo Fariña, la mitad del campo en Mendoza que el financista escrituró como propio y luego vendió en 1,8 millón de dólares, operación por la cual el joven se encuentra preso, acusado de evasión fiscal agravada e insolvencia fiscal fraudulenta.
Jelinek fue advertida por el programa televisivo de Jorge Lanata del domingo pasado. "Mis abogados lo sumaron al reclamo en la división de bienes. Es lo que corresponde", señaló la cordobesa.
El próximo lunes Jelinek declarará como testigo en la ciudad de La Plata frente al juez federal Manuel Blanco, en el marco de la causa por evasión contra Fariña.
El magistrado citó a Jelinek para conocer su versión sobre la operación inmobiliaria presuntamente irregular del campo.
A mediados del año 2010, Fariña pagó unos 4 millones de dólares en efectivo por un campo en Tupungato, Mendoza.
Según declaró él mismo en la Justicia, realizó esa operación por orden del empresario Lázaro Báez: explicó que lo compró "en comisión", sin identificar al verdadero dueño, porque así se lo había ordenado el potentado ejecutivo santacruceño.
Dos años después, en diciembre del 2012, Fariña reapareció en Mendoza y todo cambió: aseguró ante un escribano que el verdadero dueño del campo era él. Lo puso a su nombre, e inmediatamente después se lo vendió al empresario Roberto Erusalimsky en 1,8 millones de dólares.
El juez Blanco lo procesó por esa operación debido a que Fariña nunca declaró ante la Afip (organismo recaudador) la compra de ese inmueble, de 3.400 hectáreas.
Pero a esa irregularidad se le podría sumar otra. En diciembre del 2012, cuando puso a su nombre el campo que supuestamente había comprado para Báez, Fariña había cambiado su estado civil: ya estaba casado con Jelinek. Y ahora ella reclama la mitad por entender que es un bien conyugal.
La modelo no participó de la venta del campo. Ahora el juez Blanco quiere conocer la versión de Jelinek sobre este y otros temas. Por ejemplo: la modelo asegura que le otorgó a su ex esposo 130 mil dólares que él nunca le devolvió.
El juez Blanco, además, trabaja sobre otra hipótesis: sospecha que la venta del campo de Fariña a Erusalimsky puede haber "simulada", para ocultar así una maniobra con dinero sucio. Erusalimsky declaró como imputad ante Blanco, y aseguró que Fariña fue su empleado en la empresa Wellmare Trading. Se trata de una sociedad creada en un paraíso fiscal y luego registrada en la Argentina. Más allá de esas afirmaciones, en la Inspección General de Justicia Fariña no figura como director de Wellmare.
Jelinek declaró que el "valijero" siempre trató al campo como si fuera de él. "De hecho, unas semanas antes de separarnos, nuestra intención era vender el campo y el departamento de Palermo para mudarnos a Barrio Norte", reveló la joven en un tono que no hace más que complicar la situación de su ex esposo.
La pareja continúa peleando la división de bienes, y esta situación agrava todavía más un juicio de divorcio que viene siendo controvertido.
Aparte del campo, la morocha reclama el departamento de Palermo, valuado en dos millones de dólares, y una importante suma de dinero en efectivo.
habló uno de sus médicos