Las tres personas detenidas en Rosario por sus vínculos con una organización internacional de traficantes de drogas que planeaban exportar desde el puerto local un cargamento de arroz impregnado con cocaína, fueron indagadas junto a los otros nueve detenidos de la causa y derivadas a cárceles del Servicio Penitenciario Federal (ver aparte). En tanto, el análisis del contenido de los bolsones de mercadería hace estimar a los responsables del juzgado actuante que la carga total hallada en el depósito fiscal de la zona oeste de Rosario del que se diera cuenta en la edición de ayer de La Capital se aproxima a los 35 kilos de cocaína y no a los 5 de los que se habló en una primera instancia.
Los acusados que forman la plataforma local de la banda que supuestamente tendrían algún vínculo con el cártel colombiano del Norte del Valle están acusados de ser quienes cocinaban la droga y la rociaban en el arroz, con una técnica no conocida en Argentina, de manera de disimularla en la mercadería de exportación.
El lugar. La cocina de droga, según la pesquisa, estaba en tres casas interconectadas en calle Víctor Mercante 1135, 1137 y 1141. El dueño de las viviendas es un médico oncólogo llamado Gabriel Esteban Zilli quien figura entre los principales especialistas de la cartilla de profesionales del Hospital Italiano Garibaldi y del Sanatorio Plaza. El médico fue indagado anteanoche en los Tribunales Federales de Capital Federal y quedó a disposición de la Justicia.
También fueron apresadas en esta ciudad otras dos personas que aparecían en las escuchas telefónicas ordenadas por el juez federal Nº12 de Capital Federal, Sergio Torres. Uno es Juan Alberto Berasevich y el otro Jorge Elises Ramírez Cuartas, de nacionalidad colombiana, al que le atribuyen ser el cocinero de la droga.
En Palermo. Fuentes de la investigación dijeron a La Capital que este grupo está conectado con una organización liderada por traficantes colombianos ligada a dos casos resonantes en la Argentina. El último de esos casos es el de un cargamento de 80 kilos de cocaína de máxima pureza descubierto el 17 de enero pasado en un departamento de Palermo, en la calle Niceto Vega al 5000, cuyo valor en Europa supera los 5 millones de euros.
Esa partida, que iba a ser exportada a España, estaba escondida en piñatas de cumpleaños de goma para disimular el particular olor de la cocaína a fin de no ser detectada por perros antidroga y a la vez evitar la humedad que deteriora el producto. Ese departamento era habitado por dos colombianos que no estaban al producirse el allanamiento mientras que la dueña del inmueble es de la misma nacionalidad.
El biodiesel. Al mismo grupo que organizó el tráfico desde Rosario, según las sospechas en el juzgado a cargo de Sergio Torres, pertenecen tres individuos que fueron a juicio oral acusados de intentar contrabandear al puerto de Vigo, en España, 60 kilos de cocaína de máxima pureza diluida en biodiesel. Los acusados eran una profesora de idiomas, un abogado y el dueño de un depósito fiscal ubicado en Dock Sud, en el partido bonaerense de Avellaneda. En ese depósito, llamado Orvol, fue descubierto el cargamento el 19 de julio de 2013.
En el juzgado porteño sostienen que este grupo es un desprendimiento del cartel colombiano conocido como Los Urabeños, facción del cartel del Valle del Norte o del Cauca conformado en su mayoría por ex paramilitares y cuyo presunto líder, Henry de Jesús Londoño, alias "Mi Sangre", fue apresado en octubre de 2012 cuando cenaba en un restaurante de Pilar, en el norte del conurbano bonaerense.
Londoño vivía cerca de allí, en el country Nordelta del partido de Tigre, un barrio exclusivo en el que se desplegaron la semana pasada una decena de allanamientos con detenidos colombianos ordenados por Torres y en el marco del mismo operativo ocurrido en Rosario.
Fuentes judiciales señalaron ayer que por este último intento de tráfico frustrado el jueves pasado hay 12 detenidos en total, de los cuales 9 son colombianos. La imputación fue por tráfico de estupefacientes con fines de comercio y contrabando.
Las bolsas en las que se encontró la cocaína en Rosario estaban en el depósito fiscal Binder de Calle 1721 (ex Biedma) 7916. Allí había, según indican ahora del laboratorio auxiliar del tribunal, unos 35 kilos de esa sustancia. Fuentes judiciales dijeron que el método para recubrir el arroz era con cocaína líquida pulverizada por aerosol que se endurece al solidificar o bien mediante un procedimiento de hervido de los granos de arroz en cocaína.
La carga de arroz partido (de baja calidad, utilizado como alimento balanceado para animales de cría) procedía de Tucumán y tenía como destino de exportación Guinea Bissau, país ubicado en Africa Ecuatorial, sobre el océano Atlántico. La partida a exportar eran 46 toneladas que iban en 920 bolsones.
El aviso. El tribunal a cargo de Torres se enteró de la operación por aviso de la Policía de Portugal. Esa institución disponía de escuchas telefónicas que daban cuenta de la espera en ese país de un contrabando de cocaína originado en Argentina que recalaría en Guinea Bissau. La firma exportadora se denomina Euroexport y bajo esa denominación se encontró la mercadería rotulada en el depósito fiscal rosarino.
"La cocaína que se halló en los bolsones de arroz, algo más de 30 kilos, se cocinaba en Rosario", dijeron fuentes vinculadas con el expediente en curso. Y esa cocina habría estado en la vivienda de calle Víctor Mercante 1135, donde el jueves Gendarmería Nacional dijo haber hallado otros 4 kilos de cocaína.
El depósito fiscal rosarino Binder, integrado por dos socios, estaba en la mira de investigadores locales y también de la Justicia Federal. Se sospecha que uno de esos socios es en realidad testaferro de un empresario local que estuvo mencionado en varios casos de contrabando.