Los dirigentes de la asociación que nuclea a los panaderos rosarinos se mostraron ofuscados ayer por los intentos de desactivar la protesta contra la especulación con el precio de la harina, a través de ofertas selectivas y bajo cuerda de bolsas a precios más bajos.
El vicepresidente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario, Jorge Vitantonio, denunció que el martes pasado recibió ofertas de bolsas de harina a 250 pesos para algunos afiliados, a condición de que desistieran de la protesta que finalmente realizaron en Córdoba y Corrientes.
Los panaderos rosarinos denunciaron en ese acto el aumento de la bolsa de harina de 90 pesos a casi 400 pesos en un año. En el marco de la protesta regalaron pan a los transeúntes. El conflicto en la cadena triguera viene desde principios de 2013, cuando comenzó la escalada de precios. A mitad de año hubo un acuerdo para congelar valores y ofrecer insumo a precio más barato para financiar la elaboración de un pan social.
A fines del mes pasado, ese acuerdo se rompió ya que la bolsa de harina pegó otro salto. Los panaderos rosarinos denunciaron maniobras especulativas de los molinos y se lanzaron a la protesta. Sus pares de Buenos Aires amenazaron con hacer lo propio y el mismo día les llegó la oferta de provisión de harina 250 pesos el kilo.
Desde la federación nacional de panaderos realizó llamados a los dirigentes rosarinos para extenderles esa propuesta, que fue mal recibida por su informalidad. "Sonó a coima", dijo el propio Vitantonio. Otras fuentes de la entidad explicaron a este diario que la oferta consistió en que un grupo de afiliados de anotara en una lista para que desde algún molino, sin identificar nombre ni calidad del producto, le bajaran harina a culata de camión, contra el pago de dinero en efectivo.
"Nosotros no queremos un beneficio para algunos sino que luchamos para todos los panaderos, incluso los que aun no están en la entidad", señaló el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos, Luis Coteluzzi.
Reunión caliente. El dirigente presidió ayer una reunión caliente de la comisión directiva de la asociación. El encuentro es el habitual en esa conducción pero en este caso estuvo condimentado por la indignación que causó la maniobra. Se llegó a tratar el pedido de algunos afiliados de renunciar a la federación nacional que agrupa a los empresarios del sector. Pero finalmente el agua no llegó al río y se decidió esperar hasta después de las elecciones para analizar en asamblea cualquier acción a seguir.
"No vamos a aceptar ofertas informales y digitadas, buscamos un acuerdo institucional para que se frene la escalada de precios, se sostenga la calidad, y podamos vender a los consumidores un pan a un valor razonable", dijo Coteluzzi.
Si bien la caída de la producción triguera de la campaña pasada, y las dificultades climáticas que atraviesa la de este ciclo, influyen en la escasez de materia prima que presiona sobre los precios, en el medio hay pujas distributivas en la cadena, que se traducen en maniobras especulativas. Los panaderos aseguran que operadores del sector molinero señalan que "trigo hay", pero que la cotización exorbitante que actualmente exhibe el mercado interno inducen a la retención. A estos precios, advierten, sufren los panaderos pero también los molinos más chicos.