Hace una semana, el entrenador de Las Leonas, Santiago Capurro, anunció a la nueva capitana: Carla Rebecchi. La designación puede no ser sorpresiva. Porque ante la desafectación de Macarena Rodríguez, quien venía llevando la cinta, la figura de Rebecchi emergía por sí misma. De hecho, era la subcapitana. Sin embargo, es innegable que el nuevo rol de la delantera no será sencillo. Asume la capitanía en un momento difícil, de transición de nombres, de resultados esquivos, de pocos liderazgos fuertes. Carla fue hasta ahora una líder (al menos en el juego) indiscutida. Lleva 12 años vistiendo la camiseta del seleccionado mayor y si hay algo que no parece llevar es peso sobre sus espaldas. Desde muy chica aprendió a capitalizar la presión y a ser una de las jugadoras más regulares y destacadas. Compartió cancha con las históricas, conoce a pleno a su camada, es referente de las más chicas y tiene una virtud que la distingue: en cada bocha deja su humanidad, además de las virtudes hockísticas. Eso, en los tiempos que corren, es oro puro. Y probablemente algunos de los aspectos que llevaron a la determinación del entrenador. Rebecchi asume el nuevo rol con tranquilidad: “Estoy contenta, para mí es una responsabilidad y un orgullo ser la capitana de este equipo. Voy a tratar de hacer lo mejor desde este lado”, le dijo a Ovación. Pero la tranquilidad no depone al carácter: “Un equipo como esta selección tiene que seguir manteniendo sobre todo la humildad, el sacrificio y el respeto, valores fundamentales para seguir estando entre los mejores del mundo”.
—¿Cómo fue el momento de la designación? ¿Qué se puede contar desde adentro?
—El lunes (31, en la vuelta a los entrenamentos), en la reunión del equipo la anunciaron. Pero yo me había juntado antes con Santiago (Capurro), que me comentó lo de la decisión y me preguntó si estaba de acuerdo, si quería y si me interesaba. Estoy contenta, la verdad es que para mí es una linda responsabilidad y un orgullo ser la capitana de este equipo, voy a tratar de aportar lo mejor desde este lado.
—La capitana es, entre otras cosas, el vínculo entre el cuerpo técnico y las jugadoras. ¿Ellos te pidieron que trabajes algo específico o vos estuviste pensando algunas cuestiones?
—No... Nada específico. Pero por mi parte voy a tratar de hacer lo mejor. Quiero transmitir las cosas que fui aprendiendo durante estos años de las jugadoras más grandes, de las capitanas que tuve, determinados valores. Obviamente que también quiero seguir siendo la misma jugadora adentro de la cancha. Disfrutar de eso pero sin ponerme presiones, tratar de no cargarme de más, de tomarlo con tranquilidad, para poder aportar lo mejor para el equipo y que haya armonía dentro de él y entre él y el cuerpo técnico. Es más o menos lo que estuve pensando.
—¿Y hay alguna cosa que te interese más que el resto? ¿Algo que deba recuperarse o mantenerse? ¿De qué valores hablás?
—Hay que mantener los valores que se vienen trayendo desde siempre. A mí me toca estar desde hace años y me los transmitieron las jugadoras más grandes. Un equipo como este tiene que seguir manteniendo sobre todo la humildad, el sacrificio y el respeto, valores fundamentales para seguir estando entre los mejores del mundo.
—De las actuales leonas sos la única que formó parte del plantel de las históricas, allá entre 2003 y 2004. Aquel era un grupo de muchos liderazgos fuertes, más fácil de contagiarse. ¿Cómo construir liderazgos ahora, dentro de un plantel con mayoría de jóvenes y apenas algunos nombres fuertes?
—Pasa por una cuestión de edad, quizás ese liderazgo no se ve tanto desde afuera porque justamente estas son jugadoras jóvenes y muy nuevas, y eso lleva tiempo para que tomen confianza, experiencia. Se va a ir dando naturalmente con el paso de los años.
—¿Qué aprendiste de las capitanas que tuviste? ¿De alguna te gustaría tomar algo?
—Mis capitanas fueron tres: Magui (Magdalena Aicega), Lucha (Luciana Aymar) y Maca (Macarena Rodríguez). Siempre trato de tomar lo mejor de cada una, porque está bueno ver lo positivo. Como capitana, a la primera que tuve fue a Magui y la tuve bastantes años e incluso hoy mantengo una relación con ella. De ella recuerdo que siempre era positiva, siempre estaba alegre, tirando al grupo para adelante en los momentos difíciles. Me parece superimportante transmitir alegría. No era una jugadora que se quejara y eso estaba bueno.
—Hoy Las Leonas tienen mucha exposición, becas importantes, sponsors y posibilidades que antes no había. ¿En algún sentido ello puede ser riesgoso y distraer la atención de un plantel tan joven? ¿Hay que trabajarlo?
—Sí, las generaciones van cambiando, todo va cambiando. Cuando yo entré a Las Leonas era de una manera y no teníamos nada de eso. Me parece que está bueno que hoy tengamos mejores becas, cosas que suman y hacen crecer a nuestro deporte, pero obviamente que hay que tener cuidado porque esas cosas pueden desviar el foco. Por eso también desde mi lugar intentaré ayudar o seguir transmitiendo los valores importantes para mantener el rumbo del equipo. Todo tiene su lado positivo y también negativo, hay que saber llevarlo.
—Te toca asumir en un momento complicado, ¿cómo no desesperarse cuando están acostumbradas a otro tipo de resultados?
—Es difícil cuando uno no obtiene los resultados que espera, pero creo que somos concientes de que este año no se dieron, aunque también tenemos en claro que este equipo es totalmente nuevo. Hubo un cambio muy importante de jugadoras en el último año que afectó en los resultados, todas lo vemos. Es un gran recambio por el que estamos pasando, hay que tener paciencia. Con un equipo tan joven hay que entrenar y con mucho entrenamiento podemos llegar a conseguir los mismos resultados. También es tiempo. Varios de los equipos grandes del mundo tuvieron recambio y bajaron el nivel, el caso más visible fue Australia, que bajó mucho pero que hace un par de años empezó a remontar y hoy está de nuevo en los primeros lugares. Son procesos por los que pasan todos los equipos y hoy nos toca a nosotras. Así que tenemos que mantener la calma, la paciencia y sobre todo seguir jugando y entregando todo como siempre. Eso nos caracteriza.
—Queda un objetivo este año, la ronda final de la Liga Mundial en Rosario. Holanda llega como campeón del mundo, Australia campeón de las semifinales de Amberes e Inglaterra del Europeo. ¿Va a estar bravo lo que viene? ¿Con qué perspectivas ves a Las Leonas?
— Va a ser muy duro, hay un nivel muy parejo, con los mejores equipos del mundo. Pero creo que vamos a hacer un buen torneo, tenemos estos meses para prepararnos y se empezó trabajando muy bien la semana pasada, haciendo bastante hincapié en la parte física, que es fundamental para jugar a este nivel. Si trabajamos bien podemos pelear.
—Y siendo locales otra vez, algo que siempre es un plus para todas ustedes...
—Obviamente, nos suma mucho jugar de local y encima en Rosario. Nos gusta jugar ahí, nos sentimos muy cómodas en la ciudad.
La cinta, de Maca a Carla
Tras el retiro de la rosarina Luciana Aymar en diciembre, en el Champions Trophy de Mendoza, Macarena Rodríguez asumió la capitanía del equipo argentino. La volante, de bajo perfil y larga trayectoria, fue designada por encima de otros nombres fuertes, por lo cual en un principió sorprendió la decisión del cuerpo técnico. En la misma ocasión, Carla Rebecchi fue señalada como la subcapitana y Rocío Sánchez Moccia como la tercera en este escalafón de "conductoras" de grupo.
Tras la sailida de Rodríguez, la cinta será 100% propiedad de Rebecchi, aunque en su ausencia la llevará la arquera Belén Succi, jugadora de la camada más grande que tiene este plantel, la que ronda los 30 años y a la que también pertenece Rebecchi.
Sobre el nuevo rol y el vínculo con la capitana saliente, contó Carla: "Con Maca (ambas, en la foto) hablamos antes de que saliera la lista (de jugadoras) de la que ella quedó afuera, pero siempre estábamos en contacto porque al ser la subcapitana teníamos cosas que decidir o hacer juntas".
Si todo sigue bien, jugará la Liga Mundial en Rosario
Como todas las Leonas, Carla Rebecchi volvió a los entrenamientos en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), luego de los Juegos Panamericanos. Sin embargo, la delantera trabaja de manera diferenciada, mientras se rehabilita de la operación en la rodilla izquierda. A pesar de ello confía en poder jugar en Rosario, del 5 al 13 de diciembre, en la ronda final de la Liga Mundial. Para entonces, pretende estar en un buen nivel.
Sobre su recuperación, Rebecchi dijo: “Por suerte la recuperación va muy bien, estoy rehabilitándome bastante, siento bien la rodilla y eso es muy bueno. Hay que seguir metiéndole. Y con paciencia. Si todo sigue así es muy probable que juegue en Rosario, es mi objetivo a corto plazo”.
La delantera de Ciudad de Buenos Aires se lesionó en junio, en el partido que Las Leonas disputaban con Alemania en Valencia, por el bronce de las semifinales de la Liga Mundial. Arrastró la molestia durante varios días (que en realidad era producto de un gran desgaste) y no pudo completar ese encuentro en el que Argentina cayó por penales. La osteocondritis le puso freno y los médicos diagnosticaron un parate de por lo menos tres meses. Por ello, Rebecchi se perdió los Juegos Panamericanos, el único torneo oficial del que quedó al margen en sus 12 años en la selección mayor.
Pero en julio, Carlita decidió cortar por lo sano y se metió en el quirófano. A partir de entonces se recupera para tratar de llegar a Rosario, en un principio una escala difícil.
Sobre la primera semana de entrenamientos en Buenos Aires, Carla señaló: “Se trabajaron los bloqueos, los desplazamientos, cómo bajar la velocidad y los quites de las delanteras”.
Del 29 de septiembre al 11 de octubre, como preparación de la ronda final de la Liga Mundial, Las Leonas afrontarán una gira por Nueva Zelanda, donde disputarán cuatro test match ante el seleccionado local.
A los 35 años, Burkart pega la vuelta
La práctica de ayer de Las Leonas en el Cenard no fue una más. Es que entre las jugadoras apareció Claudia Burkart. La defensora, de 35 años, se puso a disposición del DT Santiago Capurro y se incorporó al seleccionado después de cinco años y de cara a la ronda final de la Liga Mundial que se jugará en Rosario en diciembre.
Precisamente en Rosario, Burkart jugó el 11 de septiembre de 2010 su último partido con Las Leonas, la noche en que se consagraron campeonas del mundo por segunda vez en la historia.
De esta manera Burkart, quien continuaba vistiendo los colores de su club de toda la vida (CASI), llegará para suplir, de urgencia, los baches en el fondo, evidenciados enormemente tras la renuncia de Silvina D'Elía en abril.
Hace algunos días, cuando Capurro dio la lista de las que trabajarían hacia la Liga Mundial, Burkart no apareció. Hasta allí las charlas con ella no habían dado resultado, pero con el paso de las horas se revirtió la decisión. Gabriel Minadeo, manager del equipo y quien tuvo a Burkart en su proceso de entrenador, habría sido el artífice de la vuelta.
De esta manera, Argentina tendrá en cancha más experiencia. En un plantel plagado de jóvenes, sólo resaltan las figuras de Carla Rebecchi, Belén Succi, Noel Barrionuevo y Delfina Merino. Ante la desafectación de la mendocina Macarena Rodríguez, de 35 años, la vuelta de Burkart suma peso desde ese lugar.
Además, si está en un buen nivel (lo cual es probable, sino no hubiese aceptado volver), Burkart no sólo puede aportar desde la solidez del trabajo defensivo, sino también desde las ejecuciones de los cortos, otra de sus virtudes.