Esta frase que no es mía, "Es hora de volver a Dios", tiene una vigencia trascendental en el mundo actual. Hay muchos interrogantes sobre los cuales se trata de dar respuesta y no se encuentra. Uno de esos interrogantes es cuál es la solución para nuestro mundo que parece que cada vez está más cerca su autodestrucción. Estamos viviendo en la era de la tecnología de última generación con adelantos científicos y técnicos que jamás podríamos haber imaginado. En muchos aspectos todos estos adelantos facilitó nuestras tareas, trajo beneficios en muchas áreas de la vida, como por ejemplo en las comunicaciones, en la información, en la automatización, en la utilización de fuentes de energía, lo que dio lugar a nuevas formas de trabajo, nuevos estilos de organización y podríamos seguir pensando en los beneficiosa del desarrollo social y económico. Ahora pregunto: ¿qué es lo que nos falta en el mundo? Porque a pesar de todo lo he detallado, se presenta un futuro incierto y todos tememos cuál puede ser el fin de nuestro planeta por los desequilibrios ecológicos. Por otro lado, sabemos que el tiempo pasa y llega el momento de dejar este mundo. y otro interrogante es dónde vamos a pasar nuestro destino eterno. Creo firmemente que lo que nos falta es volver nuestra vista a Dios, el creador de todas las cosas, en quien podemos encontrar la solución a todos los problemas que aquejan a la humanidad, y por supuesto el problema más grande que es dónde pasaremos la eternidad. Dios se ha revelado al ser humano para que lo pueda conocer, y para que pueda conocer los planes para el ser humano. En primer lugar se reveló por las cosas creadas porque su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles a través de las cosas creadas. También ha hablado a través de la Biblia. Pero para demostrar su amor hacia la humanidad nos ha hablado por Jesucristo, que es Dios mismo tomando forma humana viniendo a este mundo con el propósito de morir en la cruz por nuestros pecados, constituyendo en el único puente para acercarnos a Dios. Para finalizar, si queremos encontrar un rumbo seguro: "La única solución es volver a Dios" que tiene la solución, no sólo para esta vida, sino también para la eternidad.