En Newell's el futuro ya llegó. Comenzó el recambio generacional a paso firme. La nueva camada de jugadores ya tiene un rol protagónico en el plantel principal. Se sabe que todo proceso de aparición de nuevos valores no es lineal, ni el rendimiento que tienen es siempre ascendente. Pero la ola de futbolistas surgidos de la cantera parece que llegó para quedarse. No hay dudas de que el arquero Ezequiel Unsain, los defensores Franco Escobar y Gabriel Báez y los volantes Denis Rodríguez y Daniel Mancini son las caras visibles de la reconversión rojinegra. Y en este punto tiene un rol trascendente la persona que confió en ellos y se bancó la decisión de darles continuidad en una situación futbolística compleja. Se trata del entrenador Lucas Bernardi, al que se le puede hacer cuestionamientos tácticos y hasta sobre la elección de apellidos para integrar el equipo, pero su apuesta por los pibes del club es irreprochable.