El 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, es una fecha que ciertamente conmueve y enluta a la fe cristiana recordando aquel cruel episodio donde niños indefensos e inocentes fueron vilmente asesinados por el rey Herodes ante el nacimiento del niño Jesús. Es entonces inentendible e inexplicable que en medios de comunicación radial, gráficos y televisivos se utilice este día como vínculo de la sátira y el humor. Pasado ya un tiempo nos hace pensar que la cultura y el respeto no sólo son déficit en nuestra sociedad, sino que quienes tienen que informar y formar hacen gala de las peores expresiones de la brutalidad humana. Esta es una afrenta más que ataca y humilla a la grey católica como a ninguna otra expresión de fe en nuestra sociedad. Este autoritarismo manifiesto colisiona con el mensaje universal de paz, caridad y solidaridad que el nacimiento del niño Jesús trae a la humanidad como renovación de la esperanza de una sociedad más justa y digna. Por lo tanto, es menester que quienes manejan medios masivos de comunicación arbitren los mecanismos para evitar que estas agresiones continúen y sean manifestaciones de violencia implícita.
































