Dueños de una rotisería enfrentan a tres ladrones y terminan baleados
Una brutal balacera resonó la tarde de ayer en la zona oeste de la ciudad cuando los dueños de
una rotisería, padre e hijo, se enfrentaron a tiros con tres ladrones que irrumpieron en el local.
Como consecuencia del enfrentamiento, los comerciantes resultaron heridos y debieron ser internados
en el Hospital de Emergencias, aunque anoche se aseguró que sus vidas no corren peligro. Poco más
tarde, un ex policía fue detenido por su presunta participación en el violento atraco.
27 de agosto 2009 · 01:00hs
Una brutal balacera resonó la tarde de ayer en la zona oeste de la ciudad cuando
los dueños de una rotisería, padre e hijo, se enfrentaron a tiros con tres ladrones que irrumpieron
en el local. Como consecuencia del enfrentamiento, los comerciantes resultaron heridos y debieron
ser internados en el Hospital de Emergencias, aunque anoche se aseguró que sus vidas no corren
peligro. Poco más tarde, un ex policía fue detenido por su presunta participación en el violento
atraco.
A las 3 de la tarde de ayer Francisco Noble, de 68 años, y su hijo Paulo Damián,
de 26, estaban detrás del mostrador de su rotisería, "El Noble Sabor", ubicada en Mendoza 7930, a
pocos metros de un barrio residencial con coquetos chalés. El local tiene algunas mesas en la
vereda pero a esa hora no había clientes. Cuando los dos hombres estaban por cerrar el negocio
irrumpieron en el local tres hombres armados que se dirigieron rápidamente hacia donde estaban
ellos.
Portando armas de fuego de grueso calibre encañonaron a los comerciantes,
quienes no se amedrentaron a pesar de la superioridad numérica de los adversarios. Entonces, Paulo
se trabó en lucha con uno de los malhechores y logró arrebatarle el arma que portaba. Eso fue el
comienzo de una tremenda y demencial balacera que hasta anoche nadie sabía decir quien inició. Lo
cierto es que proyectiles de ambos lados retumbaron y atravesaron las paredes del local.
En la calle. En esa circunstancias, los ladrones retrocedieron hacia la puerta y
salieron a la calle mientras los Noble fueron tras sus pasos y continuaron el enfrentamiento en la
vereda. Los maleantes corrieron hacia calle Torre Revello y allí volvieron a intercambiar balazos
con los comerciantes ante la mirada atónita de la gente que circulaba en sus autos por el lugar y
los pocos vecinos que estaban en la calle. De milagro, ninguno de los transeúntes resultó herido
pero los malhechores demostraron tener mayor precisión en el momento de jalar los gatillos de sus
armas.
Entonces, un tiro perforó la pierna derecha de Francisco y otros dos proyectiles
alcanzaron a Paulo: uno le atravesó el abdomen y otro impactó en una pierna. Los dos hombres se
desplomaron al suelo y los maleantes, a pesar del arrojo de los Noble, lograron su objetivo: se
llevaron mil pesos de la recaudación del local.
Escape y caída.Con el botín en su poder, dos de los delincuentes escaparon
corriendo hacia un auto que los esperaba guiado por un cómplice, mientras que el tercer asaltante
emprendió el escape a pie. Un vecino que observó toda la escena se contactó con otro de los hijos
de Noble, que estaba trabajando en el Mercado de Productores de Fisherton, y que acudió al lugar
rápidamente. Llegó junto a un móvil del Comando Radioeléctrico y el mismo vecino les apuntó a un
hombre que huía del lugar y al que acusó de ser uno de los ladrones.
Tras la detención, los uniformados se sorprendieron cuando descubrieron que el
sospechoso es un suboficial exonerado de la policía rosarina. Fue identificado como Jorge Antonio
Morales y hace pocos días había salido del penal de la alcaidía de jefatura donde estuvo por tener
un desarmadero trucho. "Hasta ahora es un sospechoso y estamos investigando su participación en el
asalto", explicó el comisario principal Alejandro Sauro, jefe de la subcomisaría 22ª, que controla
la zona donde ocurrió el suceso.
En tanto, un móvil del Comando Radioeléctrico trasladó a Francisco Noble al Heca
mientras que una ambulancia del Sies llevó a su hijo al mismo centro asistencial. Anoche, ambos
estaban internados en la sala de guardia, pero sus vidas no corrían peligro. "A Francisco le
estalló el hueso de la pierna y lo tienen que operar. A Paulo, por suerte, el balazo no le afectó
ningún órgano". explicó Nancy, familiar de los heridos.
Una hora después, cuando todo había terminado, los peritos de Criminalística
recogieron del interior del local y de la vereda una gran cantidad de ojivas de una pistola calibre
6.35 que portaba uno de los malhechores.