A partir de datos surgidos de llamados telefónicos, una joven de 23 años fue
detenida ayer como supuesta autora del crimen de Luis Alberto Echavarría, un jubilado de 69 años a
quien en octubre de 2008 encontraron en su departamento del macrocentro con 13 puntazos en la cara,
el cuello y la cabeza, heridas que tras cinco días de agonía le provocaron la muerte. La mujer está
acusada de haber estado reunida a solas con la víctima, a quien por motivos no aclarados atacó con
un cuchillo y luego aprovechó para robarle dinero y un DVD.
Tras el crimen, ocurrido el 4 de octubre de 2008, los investigadores llegaron a
determinar que la persona que había estado reunida con el jubilado la noche del ataque era una
mujer llamada Eri. "No sabíamos si era un nombre de fantasía o real", confió un vocero. Lo cierto
es que, a partir de listados telefónicos y los testimonios de conocidos de la mujer, ayer fue
detenida como principal sospechosa Erica Natalí M., de 23 años, en la casa de zona sur donde vive
con sus suegros y sus dos hijos.
La detención fue realizada por efectivos de la Sección Homicidios. La chica será
indagada mañana en el juzgado de Instrucción Nº 10, a cargo de Alfredo Ivaldi Artacho.
El llamado. Echavarría trabajó como viajante hasta que se jubiló. La noche del
ataque estaba solo en su departamento del primer piso de Viamonte 890. Stella, su esposa, había
viajado a Mar del Plata para participar de un campeonato de tenis para veteranos. Alrededor de las
21 Cristian decidió llamar a su padre para saber cómo estaba. El hombre atendió el teléfono y le
dijo que lo habían apuñalado.
Desesperado, el hijo de la víctima viajó con su esposa y sus hijos desde su casa
de Acebal hasta el departamento de sus padres. Cuando llegó, la puerta estaba cerrada con llave. Ya
sin fuerzas, Echavarría no podía abrirle. De modo que su hijo debió forzar la puerta con ayuda de
sus vecinos. El jubilado estaba tendido en el piso de la cocina y fue trasladado al sanatorio Julio
Corzo, donde detectaron que había perdido el 70 por ciento de la sangre. Estuvo en coma cinco días
hasta que murió.
Para los investigadores estaba claro que el agresor había entrado con la
anuencia del dueño de casa, ya que no había signos de violencia en puertas y ventanas. Sí había
grandes rastros de sangre en distintas habitaciones y gasas desparramadas por el jubilado en su
intento de cubrirse las heridas. Del lugar faltaban un teléfono celular, unos 300 pesos, una
billetera y un reproductor de DVD. Había vasos con vino y gaseosas y restos de una picada en la
mesa.
Por la escasa profundidad de las heridas los pesquisas presumieron que la
agresora podría haber sido una mujer. Suponían que Echavarría podría haber contratado un servicio
sexual a domicilio porque, sobre la cama, encontraron una bolsa con un consolador, un frasco de
crema y un blíster de viagra.
Las pruebas.A partir de las llamadas del celular de la víctima y otras pruebas
que se mantuvieron en reserva, los pesquisas llegaron a conocidos de la mujer que habría estado en
la casa esa noche. Uno de ellos brindó una descripción física que coincide con los rasgos de la
joven detenida, indicaron las fuentes.
Para los policías no está claro si la joven aceptó acudir al departamento con
fines sexuales o si "planeaba seducirlo para robarle" ya que la chica no es conocida como
trabajadora sexual. Lo que sí está claro, dijeron, es que en medio del encuentro se desató una
discusión que motivó el ataque. Eri, sostienen en Jefatura, tiene antecedentes por hurtos, amenazas
y un robo. "Existen elementos que la ubican como autora del delito. Hay informes telefónicos y el
testimonio de un hombre que prestó declaración informativa", añadió un vocero.