Un operativo en el que se secuestraron 16 kilos de drogas, algo más de 500 mil pesos y divisas, varias armas de grueso calibre, ocho autos de mediana y alta gama, y varias motos de gran cilindrada, fue el corolario de una investigación de un año y medio llevada a cabo por la Sección Inteligencia Zona Sur de la Dirección de Prevención de Adicciones de la policía de la provincia que depende de la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad, todos bajo el paraguas de la Fiscalía Federal a cargo de Marcelo Di Giovanni y el juez federal Carlos Vera Barros. En ese marco, ayer unos 300 efectivos participaron de 43 allanamientos en el centro y macro centro de la ciudad y otras localidades vecinas en los que apresaron a 17 personas. Sin embargo, quien sería el líder de la banda desarticulada, anoche permanecía prófugo al igual que otras tres personas investigadas.
A las 2.30 de la madrugada del martes los efectivos antinarcóticos acompañados por la TOE llegaron en simultáneo a 43 domilicios ubicados, entre otros sitios, en 18 edificios en los que requisaron departamentos y cocheras. En Mitre al 1500, por ejemplo, se allanó el estudio contable de Inés D. y se decomisó documentación vinculada al presunto lavado de activos que la banda llevaba adelante con la conformación de una SRL que no llegó a inscribirse.
Clase media alta. La secretaria de Delitos Complejos, Ana VIglione, sostuvo anoche en una conferencia de prensa que ésta "es una de las investigaciones mas importantes que se ha llevado adelante. Fueron casi dos años de marchas y contramarchas dentro de la ley para combatir al narcotráfico seriamente".
Viglione dijo que los detenidos son "14 varones y tres mujeres, casi todos de un nivel socio cultural y económico medio alto. Tal vez no eran conscientes de lo que hacían y tomaron la actividad como una entrada de dinero fácil. Pero ahora están muy comprometidos".
En este sentido, trascendió que la banda estaría ligada a Esteban Lindor Alvarado, un rosarino actualmente detenido en una cárcel federal acusado de liderar un grupo de ladrones que robaba autos de alta gama en el Gran Buenos Aires y los desguazaba en Rosario. Ese hombre supo ser socio del empresario Luis Medina, vinculado al narcotráfico y acribillado a balazos el 29 de diciembre de 2013 en el acceso sur y Ayolas, cuando iba en un Citroën junto a su pareja, Justina Pérez Castelli, quien también murió en la emboscada.
En este sentido, ayer algunos pesquisas sotenían extraoficialmente que uno de los prófugos de la causa y líder de la banda sería hermano de Pérez Castelli. "Cuando llegamos a uno de los departamentos nos dijeron que un hombre con las características de ese joven, que no usa el apellido artístico de su hermana (Fuster), se había escapado hacía minutos", dijo una fuente policial.
"Por el accionar y por la modalidad de usar los autos para distribuir y acopiar estupefacientes, los indicios apuntan a la «Banda de los rosarinos»", aseguraron tanto Viglione como el jefe de la Dirección de Prevención de Adicciones, comisario Sergio Gorosito, en relación al grupo liderado por Alvarado.
Un buen balance. Además de las oficinas de Mitre al 1500, la policía allanó departamentos en Rivadavia al 2200, Urquiza al 1500, Zeballos al 1400 y 3 de febrero al 1600 entre otros lugares. También viviendas de Alvear, San Lorenzo y Baigorria.
A la hora de hacer el balance de lo secuestrado, la policía informó que fueron 6 kilos de cocaína, 10 de marihuana, 220 pastillas de éxtasis, 105 dosis de ácido lisérgico (LSD), siete armas de fuego de distintos calibres, 48,700 kilos de xileno, 115,55 kilos de acetona, 4,45 kilos de acido clorhídrico y dos tachos con vestigios de clorhidrato de metileno, todos precursores químicos que indican que la banda no solo comercializaba sino que también fabricaba la droga.
Entre los autos decomisados se encuentran un Honda Civic, un Volkswagen Fox, un Audi A4, un Volkswagen Gol, un Audi A3, un Volkswagen Bora en cuyo baúl había cerca de 70 mil pesos en efectivo y un Mercedes Benz C-200 que escondía 80.800 pesos y tres panes de cocaína. También se incautaron 7 motos y ocho balanzas de precisión, 500 mil pesos en efectivo, mil dólares y 1.500 reales, siete notbooks y 46 celulares.
El allanamiento más espectacular se produjo en los antiguos monobloks de Colón y Mendoza, en barrio Martin. Allí se detuvo a un venezolano apodado "El negro Nelson", quien ofrece servicio de striper en fiestas privadas y bares nocturnos. Para dar con él ingresaron al edificio cerca de 30 efectivos con armas largas tras rodear la manzana.
Entre los elementos curiosos secuestrados se destaca una planta de marihuana de 1,70 de alto y muy frondosa que crecía en una terraza y que Viglione calificó de "muy costosa, ya que cada uno de los frutos, llamados cogollos, se vende en casi mil pesos". A la hora de hacer números y valuar a precio de mercado los autos, las motos y otros elementos, las autoridades arriesgaron una cifra varias veces millonaria.
