No Te Va Gustar cerró bien arriba anteanoche en el Cosquín Rock e hizo delirar al público en la tercera y última jornada del encuentro cordobés. Ante unas 35 mil personas, se destacaron Las Pelotas, Babasónicos, Bersuit Vergarabat y Massacre. Cielo Razzo, el crédito rosarino, demostró su buen momento y fue ovacionado. Una vez más, el festival más federal de rock del país tiñó con color, vida y música el aeródromo de Santa María de Punilla durante tres días, en los que se reunió a más de 140 bandas y a los que asistieron casi 100 mil personas.
La banda uruguaya irrumpió sobre el escenario después de la una de la madrugada, al igual que las agrupaciones que en los anteriores fueron las encargadas la cerrar cada jornada tras más de diez maratónicas horas de música.
La formación, liderada por el argentino Emiliano Brancciari, arrancó media hora después de que subieran Los Gardelitos al escenario temático que estuvo sonando con rock barrial desde las tres y media de la tarde.
El público variado y vivaz fue congregándose frente al escenario central para ser parte del recital de una de las formaciones extranjeras más convocantes de los últimos tiempos.
Con un atractivo recital, NTVG eligió temas como "Sin pena ni gloria", que la banda interpretó junto a Fernando Ruiz Diaz, de Catupecu Machu; "Mi demente" , "La puerta de atrás" y "Clara", junto a sus pares uruguayos Agarrate Catalina; "De música ligera", de Soda Stereo, y "Verte reír", con Bersuit Vergarabat, entre otros clásicos.
Otro de los grandes momentos de la noche fue el regreso de Bersuit, que se presentó en el escenario central de Cosquín Rock después de doce años de ausencia y en medio de la gira de su álbum "La nube rosa", que refleja -según afirmaron los músicos- "un cambio de paradigma" en la nueva etapa de la banda que ya ostenta tres álbumes desde la partida del Pelado Cordera.
Sin embargo, decidieron no adelantar ninguna canción de su nuevo trabajo, sino esperar a la presentación oficial, que se desarrollará en Buenos Aires.
El recital, repleto de clásicos, hizo bailar al público con canciones atemporales.
Entre ellas, trece en total, cobraron potencia "El tiempo no para", "La argentinidad al palo", "Sencillamente", que tuvo de invitado especial a Brancciari en voz; "El viejo de arriba", "Sr. Cobranza" y "Vuelos", dedicado a la constante lucha por la verdad de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Previo al número de los uruguayos y luego de la impecable presentación de Babasónicos, el escenario central estuvo a cargo de Las Pelotas, única banda en la grilla que participó de las 16 ediciones del festival de rock que desde 2011 se realiza en el aeródromo de Santa María de Punilla.
El mismo fenómeno que crea un lazo de pertenencia y que se propaga cuando el público experimenta con las canciones de Bersuit ocurre cada vez que se escuchan los eternos temas de la banda del guitarrista y cantautor Germán Daffunchio, que se mantuvo la mayor parte del tiempo sobre la lengua del escenario, más cerca del público.
Las Pelotas brilló con "El amor", "Cómo se curan las heridas" y la emotiva "Cerca de las nubes", que Daffunchio dedicó a Alejandro "Bocha" Sokol.Con un público encendido en el pogo, banderas al aire y un ambiente festivalero que se mixturaba con las tradiciones futboleras de los cantos de aliento, también se destacaron "Bombachitas rosas", "Capitán América" y junto a Ruiz Diaz "Sin hilo" y "Shine", con la que se despidieron de la gente.
Otro momento fuerte se vivía en paralelo con El Bordo sobre el escenario temático, espacio que desde las 15.30 empezó a llamar a los seguidores del rocanrol barrial con La Caverna, banda que comanda desde 2000 Juano Falcone, nieto de Estela.
La nueva generación de la música mostró el lunes dos caras que vienen creciendo y que saben cómo cautivar a los espectadores. Por un lado, el ascendente cuarteto de rock Huevo que, liderado por Julián Baglietto, se floreó con un recital sólido e intenso en la carpa alternativa, donde mostró con gran sonido su crecimiento.
Por otro, el proyecto de pop electrónico y psicodélido de Benito Cerati, Zero Kill, supo mantener una carpa atenta a la alternancia de sonidos fríos y, por momentos, oscuros y la dulzura de su voz.
Cielo Razzo tuvo su noche soñada
“Fue muy emotivo, ya que es un festival muy federal y nos da la posibilidad de mostrarnos a mucha gente de todo el país”, dijo a Escenario Cristian Narváez, bajista de Cielo Razzo, tras la buena recepción obtenida en el Cosquín Rock. La banda liderada por Pablo Pino, tocó “Sin salida”, “Galope”, “Te vas”, “Disfraz”, “Alcalina”, “Caminando”, “Ventana”, que fue el más ovacionado, y “Luminoso”. “Lo que vivimos esta noche es increíble, son imágenes que quedan grabadas en cada uno”, concluyó Narváez.