De la mano de las cooperadoras escolares hay chicos que pueden participar de una olimpíada matemática, escuelas que mejoran sus aulas, jardines que suman juegos. También se ayuda con la capacitación de los maestros y hasta se levantan salas de informática y laboratorios escolares. "Se trata de un aporte importantísimo a la educación pública", afirma el presidente de la Federación de Cooperadoras Escolares de Rosario, Gustavo Mogues. Unas 400 cooperadoras escolares están bajo la dirección de esta entidad. Mogues dice que uno de los mayores desafíos que tienen "es seguir sumando más padres".
Mogues asumió al frente de la Federación hace 5 años, pero son muchos más los que lleva como cooperador en la Primaria Nº 1.080 de Rosario. "El apoyo que hacemos desde la Federación es a las cooperadoras escolares, a los papás, tratamos de llevar un asesoramiento, apoyo institucional. Hemos organizado muchas actividades como pinturas solidarias, tratando de impulsar la participación de los padres en la escuela", repasa.
Uno de los problemas que enfrentan ahora es el desconocimiento que hay en las escuelas sobre el funcionamiento de estos organismos, específicamente sobre todo lo que tiene que ver con normativas, reglamentos y nuevos pedidos que se hacen desde la provincia. Para eso la federación proyecta un curso de capacitación y aspira reunir la información de procedimientos en un CD para cada escuela.
Convocatoria. Dice que si se convoca a pintar la escuela, hacer un arreglo, siempre la respuesta de las familias suelen ser muy buenas y se suman. Pone como ejemplos "la innumerable cantidad de peñas, actos, ventas de empanadas o pastelitos que se hacen" para reunir fondos. Pero el problema es el resto del año, el día a día.
"Si se hace una asamblea de cooperadores son 7 u 8 los padres que están y cuando uno les habla de lo institucional o lo formal piden que se los llame para algo puntual. Quedan pocos papás al frente de las cooperadoras", reconoce Mogues.
Para el presidente de esta federación, que haya más o menos familias ocupando un lugar en las cooperadoras escolares mucho depende de la dirección de la escuela. "Es el nexo de apertura con los padres, si esto funciona la cooperadora funciona bien. Los primeros en incentivar a la cooperadora deben ser docentes y directivos", considera.
A las actividades para reunir fondos se suman las cuotas mensuales que pagan los padres. Mogues dice que eso mucho hace a la diferencia entre las escuelas. Lo dice con una mezcla de alegría y resignación. Es que hay escuelas donde se cobra dos pesos por mes y no todos aportan, pueden hacerlo y otras públicas donde estas cuotas van desde 30 hasta 70 pesos. "Tiene que ver con la realidad de cada una, pero siempre se trata de un aporte voluntario", aclara.
Proyectos. Las cooperadoras colaboran en llevar adelante proyectos institucionales. "Algunas escuelas han levantado una sala de informática, otras un hermoso laboratorio, pero además se asumen arreglos, la compra de artículos de limpieza, de tizas y hasta se pagan los excedentes telefónicos que van desde 300, 400 pesos por escuela", enumera como ejemplo. Sobre este último explica que el Ministerio paga una suma fija de este servicio, pero desconoce que hoy todos (padres y maestros) tienen celulares y que eso incrementa el gasto.
"Hay muchas escuelas donde se hace mucho con plata de la cooperadora. El problema está en las más pobres y es ahí donde hacemos más hincapié ayudando, colaborando", resume.
El año pasado la federación concretó la creación de una Mutual de ayuda, con la idea de hacer compras solidarias y beneficiar la vida escolar. "Estamos haciendo los primeros pasos, armando para el año que viene con compras comunitarias", comenta Mogues.
Asociación Mutual de Cooperadoras Escolares de la Provincia de Santa Fe, así se llama esta entidad pensada para las escuelas y abierta a la comunidad.
Además del micro radial "La voz del cooperador" (FM Corazón), la federación proyecta ampliar esta tarea de difusión con la radio, incluso proponiendo abrirlas para que las escuelas hagan sus propias experiencias de la radio escolar.
Por otra parte, este ciclo lanzó su primer periódico "Cooperar sin límites", que por estos días está por hacer público su segundo número. "El objetivo es dar y compartir información. Queremos acercar información de lo que es la cooperación y qué se hace. Porque nuestro trabajo es muy silencioso, hacemos muchas cosas pero no sabemos cómo comunicarlo", reconoce el cooperador.
Vínculos. Vuelve a cómo se vinculan las familias con la escuela y recuerda una vez más un dato que todos conocen: en el nivel inicial este porcentaje es mayor, decae en los grados superiores de la primaria y en la secundaria "nadie da bolilla".
Sin embargo, Mogues insiste en resaltar "el aporte importantísimo de los padres a la educación pública" que llega a través de la cooperación escolar: "El económico sería el más simple, pero también es un aporte emocional. A mí me da satisfacción ir a trabajar a al escuela, y eso que mis hijas están en la Universidad. Para el gran porcentaje de padres y madres que colaboramos en la escuela pública representa eso: una gran satisfacción y ayuda. Pero sobre todo una ayuda a todos, a la educación pública en general".