La pérdida del poder adquisitivo es cada vez más notoria y muchos rubros del consumo están notando en Rosario una marcada caída de ventas en la segunda quincena del mes. , que observan cómo se desinfla el consumo a partir del día 15 o 20.
Muchos rubros como almacenes, indumentaria y gastronomía ven como el sueldo de los clientes cada vez dura menos y las ventas bajan en la segunda quincena
Por Nicolás Maggi
En el centro de Rosario ya pueden verse algunos locales que quedaron recientemente vacíos producto de la caída del consumo
La pérdida del poder adquisitivo es cada vez más notoria y muchos rubros del consumo están notando en Rosario una marcada caída de ventas en la segunda quincena del mes. , que observan cómo se desinfla el consumo a partir del día 15 o 20.
Este fin de semana se conoció que los kioscos notan una merma del 20%, cuando los sueldos comienzan a estirarse como un chicle para llegar hasta el próximo día de cobro. Pero no son los únicos. La situación refleja que el poder de compra de los rosarinos se ve cada vez más afectado por la recesión, y golpea también la recaudación de locales de todo tipo.
De hecho la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), presentará este martes su relevamiento mensual sobre distintos sectores del comercio minorista, que mostraría una lapidaria caída en junio cercana al 22%. Sin embargo, en algunos rubros hay esperanzados que creen que lo peor ya pasó y ven una luz en el horizonte.
"Después del 20 se siente mucho la caída de consumo. Pero tampoco es que los otros días es una fiesta. Hoy que estamos a principios de mes, no sé si será por el frío, pero no se está vendiendo nada. Está todo muy complicado por la pérdida de poder adquisitivo", comentó este lunes Miguel Rucco, presidente del paseo comercial calle San Luis.
En su opinión, "la gente retrae el consumo, se enfoca en lo que es de primera necesidad y lo que no es estrictamente urgente, se posterga. Por eso, después del 15 o 20 se cae muchísimo todo", especificó el titular de una casa de artículos importados. Y agregó: "El aguinaldo pasó sin pena ni gloria. Creemos que las personas pagaron deudas y cuentas atrasadas".
En cuanto a los sectores más golpeados dentro de esa arteria ligada a lo textil, pero también a la regalería, juguetería y los productos de librería, mencionó que "los que venden cosas de invierno, como indumentaria, medias o lencería, artículos que son necesarios para esta temporada, no han tenido tanta caída. En el resto de los rubros, sí", aseguró.
"Indudablemente, cuando está el ingreso el movimiento mejora, y conforme van pasando los días, se empieza a sentir la desaceleración. Fijate que el 28 de junio se pagó el aguinaldo y estos primeros días son de ventas. En cambio los últimos días del mes, los clientes compran prácticamente casi todo con la tarjeta y ya no se ve efectivo", mencionó por su parte Nelson Graells, de Amigos de la Peatonal Córdoba y titular de Sport 78, una de las cadenas de venta de calzado e indumentaria deportiva más grandes de la ciudad.
En almacenes y granjas, en tanto, es muy notorio el fenómeno. "Del 20 al 30 la venta se cae. Estamos hablando de los sectores que se autoperciben de clase media en la zona del macrocentro, porque en los barrios es inclusive peor. Si bien estos sectores se cuidan durante todo el mes, lo que quiere decir que se toma por ejemplo menos gaseosa y menos vino, cuando llega a esa altura del 20 en adelante, es muy marcado el descenso", aseguró Juan Milito, del Centro Unión Almaceneros.
Respecto de julio, manifestó que la caída "se amesetó" e incluso cree que aumentó levemente el consumo, debido al impacto del aguinaldo. "La gente antes usaba esa plata para comprarse un televisor o irse de vacaciones, ahora la usa para el sustento diario y llegar a fin de mes", especificó.
"Cada vez se utiliza más la tarjeta de crédito en lugar de la de débito para las compras, y por ahí los últimos días del mes, cuando está por cerrar la tarjeta, te piden que los esperes unos días para que pase para el mes siguiente. Se busca cualquier método, incluso pedir fiado, para llegar", reveló Milito.
En cuanto a la gastronomía, hace tiempo que la tendencia es regresiva a lo largo del mes, y a medida que pasan los días va bajando la venta. Como los sueldos se van licuando a medida que llega el final del mes, en general el mejor fin de semana es el primero o el segundo, dependiendo de qué día se haya cobrado, y el último fin de semana es el peor. Pero algo parece estar cambiando.
Algunos referentes comienzan a vislumbrar algún signo de recuperación. "En general venia siendo muy marcada la caída en la segunda mitad del mes, especialmente durante abril y mayo. Pero en junio creció la venta, inclusive 30% por arriba de marzo. Y la primera semana de julio estuvo sobre la de junio. Si se repite este mes, te diría que es tendencia", analizó Leandro Iriart, dueño de la pizzería La Gran Argentina.
"Luego de una caída del 40% en nuestra actividad, parece haberse detenido y ya no vemos esa diferencia marcada. Tenemos el residual de lo que quedó del aguinaldo, que también empuja y se ve un poco más de circulante. Y estamos pendientes de la actividad económica, porque la semana pasada se movió el dólar y todos nos asustamos", apreció un viejo gastronómico con muchos años de carrera.
Julio, entiende la fuente, va a ser un mes atípico, con las vacaciones de invierno en Rosario y Buenos Aires que siempre derrama, y con el Día del Amigo. "Muchos no se van de viaje y a pesar de que el clima está duro, lo que pega en la nocturnidad que es cuando más se gasta, al no tener compromisos la gente sale y de día está soleado. El restaurante y el bodegón se benefician con el frío, y los bares del centro reciben a los que llevan los chicos al cine", marcó. Así las cosas, quizás sea un mes en el que la tendencia cambie.
Por Martín Stoianovich